
Lamine Yamal, en el viaje de la selección española a Madrid EFE
Lamine Yamal cambia el avión en clase turista por el jet privado: el precio de la fama
La estrella del Barça reconoce que es difícil "mantener una vida normal" desde hace varios meses
Más información: Lamine Yamal empieza el Ramadán en la fase decisiva de la temporada
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La vida de Lamine Yamal ha dado un vuelco radical en el último año y medio. De ser una promesa de la Masía a convertirse en una estrella del FC Barcelona. Tanta exposición mediática ha provocado que el crack de Rocafonda no pueda pasar desapercibido en sitios públicos. El precio de la fama implica que ahora el jugador descarte los vuelos comerciales por viajar cómodamente en jets privados.
Fuentes consultadas por Culemanía explicaron que Lamine ya no recurre a los aviones comunes para desplazarse de un sitio a otro. El motivo es que la enorme popularidad de la joya azulgrana ha hecho que sea un foco de atención en los aeropuertos. Son muchos los hinchas culés que graban vídeos o se acercan al extremo del Barça, por lo que apenas tiene momentos de tranquilidad.
Precio de la fama
Lamine explicó las razones de ese cambio en una reciente entrevista con los medios de la UEFA: "Antes podía viajar normalmente en avión y ahora es muy complicado pasar por el aeropuerto. Es algo de lo que estar orgulloso, pero al mismo tiempo también es difícil porque no tengo una vida normal".

Lamine Yamal viaje en un jet privado REDES
"No puedo ir con mi hermano a pasear, o con mi madre a tomar algo. La fama te da cosas buenas y cosas malas", añadió el canterano del Barça. Ser el centro de atención es lo que ha desencadenado que en sus últimos viajes ahora sean en jets privados. En diciembre y enero se compartieron fotos de Lamine en desplazamientos repletos de lujo.
Su refugio de paz
El futbolista azulgrana reconoció que su barrio, Rocafonda, es su refugio para aislarse de todo el ruido mediático que representa estar en la élite. "Allí convivimos muchas culturas diferentes, pero al final somos todos como hermanos, somos todos de la misma madre. Cuando voy a verlos estoy muy tranquilo, nadie me molesta, y es mi sitio para descansar. Es donde estoy tranquilo", explicó.
"Puedo desconectar y me da fuerzas", insiste un Lamine que con 17 años ya es considerado como uno de los mejores futbolistas del mundo. Su progresión invita a soñar a la afición del FC Barcelona con tener a otro ganador del Balón de Oro tras el abrumador dominio de Leo Messi.