El fiasco que pasó desapercibido en la presentación de Dani Alves

Dani Alves llega al Barça para ayudar. Tras ver la desastrosa situación del club, el brasileño no se lo pensó dos veces. Se ofreció a Joan Laporta sin ningún fin económico. A sus 38 años ya podría estar retirado, sin embargo cree que su cuerpo aún aguanta más y el fútbol es su gran pasión. En estos momentos no tenía equipo y no podía ver como el club que se lo ha dado todo estaba en caída libre. Si podía sumar quería hacerlo. Una opción que vieron con muy buenos ojos tanto el presidente como el nuevo técnico, Xavi Hernández, quién fue su compañero en el césped. 

El futbolista ha demostrado que no es una cuestión de dinero y que siente los colores. Alves tiene la ficha más baja de toda la plantilla. Cobra el mínimo que permite laLiga para un futbolista profesional de Primera División, según avanzó Culemanía. El brasileño gana 155.000 euros al año. Una cantidad que es muy inferior a su caché. 

Dani Alves viene con ganas de todo. Cargado de optimismo e ilusión. El brasileño conoce a parte de la plantilla y lo va a poner todo muy fácil. La afición también se transmitió de su espíritu alegre en la presentación que tuvo lugar esta semana en el Camp Nou, donde Alves saltó al césped en chanclas y con un 'look' futurista. 

No obstante, vimos que los 38 años empiezan a pesar y Alves ya no es ese jugador que despuntó en el Barça. Intentó lanzar hasta en tres ocasiones un balón a los aficionados que estaban en segunda grada, pero en ninguno de los tres intentos lo consiguió, incluso dio la sensación de que se había hecho daño porque se estiró mucho los cuádriceps. 

Posteriormente, en la salida de los vestuarios, también le vimos junto a Laporta dar unos toques con estilo propio. El presidente y el nuevo fichaje del Barça protagonizaron un entrañable momento en el túnel de vestuarios en el que Laporta dio unos toques que bautizaron como 'la barringuinha'.