Sara Carbonero e Iker Casillas decidieron poner punto y final a su relación hace poco más de un mes. La ya expareja comunicó la noticia en sus redes sociales, sin embargo esta decisión ya estaría tomado desde hace un par de años. El viaje a Oporto dinamitó al matrimonio. La toledana tenía su vida establecida en Madrid. Trabajo en Mediaset y sus amigas bien cerca. Abandonó todo por el guardameta y éste no le correspondió. La tensión era más que palpable entre ellos.
Ambos han llegado a un acuerdo con los niños. La relación ha finalizado de mutuo acuerdo y por lo menos a simple vista el trato entre ellos es cordial. Son amigos. Así lo demuestran los mensajes que se escriben en redes sociales. Tanto Sara Carbonero como Iker Casillas comentan diariamente todas las fotografías.
La periodista supera esta ruptura volcada en sus hijos, sus amigas y sus compromisos profesionales. Después de años apartada de los medios, ha vuelto con mucha fuerza. Actualmente trabaja en Radio Marca y cuenta con una marca de ropa junto a Isabel Jiménez, donde explota su faceta de empresaria.
Parece feliz, por lo menos lo aparenta. Las apariencias. Eso intenta Iker Casillas, aparentar que la vida sin su exmujer continúa. El exguardameta lo está pasando realmente mal sin el apoyo de la madre de sus hijos. Se arrepiente de lo que sucedió entre ellos y del trato que éste le dio a ella. En sus redes sociales, el deportista publica fotografías de su día a día en compañía de amigos. Siempre intentando sacar una sonrisa.
Sara Carbonero ha compartido con sus seguidores una fotografía en Jávea titulada “Mirando bonito”. Iker Casillas, pese a saber el revuelo que causa cada vez que deja un mensaje a su exmujer, no pudo evitar contenerse. “¡Muy guapa!”, escribió. Una prueba más de que no consigue olvidarla.