Los futbolistas son poco dados a conceder entrevistas de carácter personal y más en la televisión. Son pocos los jugadores que se dejan ver por los programas de máxima audiencia, como 'El Hormiguero'. Recientemente, en la rueda de prensa, Pablo Motos desveló que Leo Messi es el famoso que más se le resiste. Sin embargo, otros no tienen ningún problema a hablar ante las cámaras y mostrar su faceta más personal, algo que ayuda a los millones de personas que les siguen y que tal vez han vivido una situación similar porque ni tan siquiera para los futbolistas la vida es un camino de rosas.
El último en hacerlo ha sido Cesc Fàbregas. El catalán fue el protagonista del nuevo programa de Samanta Villar en Cuatro, 'Samanta y la vida...'. El centrocampista ha hecho un repaso a toda su vida en compañía de la periodista y de varios de sus seres queridos. Por supuesto tuvo momentos para hablar de fútbol, pero lo que más llamó la atención fueron sus revelaciones de carácter personal.
El jugador del A.S Mónaco ha confesado que el momento más duro de toda su vida fue cuando sus padres se separaron. Él tan solo tenía 14 años. “Es una cosa que llevo dentro”, asegura todavía ahora. Cesc está muy unido a Daniella Semaan con quién tiene tres hijos en común. Han formado una familia maravillosa y un matrimonio estable. No le gustaría que sus hijos pasasen por la misma situación que pasó él.
Cesc abrió las puertas de su casa en Mónaco donde vive con sus hijos y su mujer. Un lujoso inmueble en el que la numerosa familia disfruta de una vida tranquila. “Me gusta. Es como un pueblo”, comenta el catalán sobre su vida en Mónaco.
“Es verdad que lo tienes todo y hay mucho lujo, pero necesitaba también más tranquilidad, siempre viviendo en Londres, en Barcelona (...). Necesitaba alejarme de eso y centrarme en otras cosas de mi vida. El fútbol sigue estando ahí pero aquí tenemos una calidad de vida que no recuerdo”, asegura el ex jugador del Arsenal.
Con el programa, Cesc volvió a sus raíces, a su querida Arenys y Arenys de Munt. Junto a la presentadora visitaron a sus familiares más cercanos, como su padre, su madre y su hermana. Visitó su anterior colegio y jugó un partido de fútbol con sus amigos de toda la vida.
Los familiares de Cesc recuerdan el momento más duro para ellos. Cuando éste tuvo que irse al Arsenal tras abandonar el Barça. “Cuando supimos que se iba con el Arsenal fue un golpe muy duro para nosotros, porque irse a Londres tan jovencito me dolía”, recordaba su abuela, muy emocionada. También fue un momento difícil para la madre del deportista, Núria Soler. “El día que peor lo pasé fue el día que se fue. Fuimos culpables también, por impulsarlo a irse. La gente decía ‘no sufras’. Pero claro que sufro, aunque sabía que estaría súper bien cuidado”, explica Soler.