El cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición ha aparecido este miércoles en una caseta abandonada en el término municipal de Ullà, en el Baix Empordà (Girona). Al varón le faltaban algunas partes del cuerpo y, cuando los Mossos d'Esquadra lo encontraron, había un perro de raza Rottweiler a su lado.
La primera hipotesis apunta que el animal habría sido el encargado de comerse algunos trozos del cuerpo después del fallecimiento de la persona. El can vivía con la víctima, Alfonso Leras según el periódico El Punt Avui, que habitaba la caseta donde encontraron el cadáver.
Sin identidad
Por el momento no se puede confirmar la identidad de la víctima, ya que se encuentra en un avanzado estado de descomposición y solo le quedaba una mano. La autopsia pretende extraer huellas dactilares que lo puedan identificar. De hecho, el hombre no llevaba identificación encima ni se ha encontrado documentación en la caseta.
Los vecinos encontraron el cuerpo del hombre sin vida después de unas semanas sin tener noticias de él y acercarse a su hogar para comprobar si se encontraba bien. Las primeras pruebas apuntan a que el hombre podría llevar muerto entre uno y dos meses.