El caso de la desaparición y muerte de Esther López ha dado un nuevo giro esta semana con la detección de ADN de la víctima en el maletero del vehículo del principal sospechoso, Oscar S.
El propietario de un Volkswagen blanco que podría ser el responsable del atropello de la joven de 35 años de Traspinedo niega su culpabilidad. La policía, en cambio, sospecha de él porque a las pocas horas de que se perdiera el rastro de la joven él lavó su coche.
Pistas
Estas no son las únicas pistas que apuntan hacia él. Una de las primeras cosas que levantó sospechas del crimen fue que Esther apareció en una zona que ya había sido rastreada anteriormente. Si en un principio se pensó en el atropello y huída del conductor, el hecho de que apareciera con su bolso perfectamente colocado a su lado hacen pensar que pudo ser colocado a posteriori.
“No guarda relación con una dinámica post atropello”, señalan fuentes cercanas a la investigación. Y es que en un momento se pensó en un accidente en el que el conductor pudo darse a la fuga. Así lo hacían pensar los golpes que tenía el cuerpo.
Datos móviles
Oscar asegura que él la dejó en un cruce para que continuara de fiesta mientras él se fue a casa, el rastreo del móvil dice algo distinto. Los agentes han detectado que Esther estuvo, como mínimo, a 48 metros de la casa de los padres de la víctima donde se supone que dormía. Desde allí, el dispositivo trató de conectarse a los receptores.
También aporta información el móvil del sospechoso. No sólo registra actividad entre las las 3:14 y las 3:35 de esa noche, sino hasta las 5.14 horas de la noche de autos. Incluso la centralita del coche registra que el bluetoothbluetooth se conectó a esas horas.
Últimas informaciones
Otro dato es el análisis del estado del coche. Los informes de la Guardia Civil detectan “una abolladura del material plástico en la zona superior del paragolpes, arañazo en el lado derecho del capó y pequeño hundimiento entre el borde superior del capó y el vértice de la aleta anterior derecha, así con una holgura en el faro antiniebla delantero de ese lado”. Asimismo, las lesiones de Esther son “compatibles” con la “geometría del frontal” del vehículo de Oscar.
Todo ello, sumado a las nuevas detecciones de ADN hacen pensar que el sospechoso está más implicado en el caso de lo que asegura. Pese a todo, varias fuentes aseguran que las muestras están tan deterioradas que tampoco se puede averiguar de qué tipo de fluido se trata. De todos modos, eso contradice de nuevo las declaraciones del presunto autor de los hechos porque ha negado que Esther pudiera estar nunca cerca del maletero.