La muerte de dos personas en una poza del barranco de Trevélez (Granada) el pasado lunes ha sacudido a su entorno. Ellos eran Esteban Bastida Sotelo, de 48 años, y Olga García García, de 39. Se dedicaban a la veterinaria y han dejado un vacío muy grande.
Él tenía varias clínicas en Murcia, Alicante, Valencia y Albacete y una niña de tres años. Era conocido, sobre todo, por su pasión por los animales.
Negocio y altruismo
Cirujano, traumatólogo y neurólogo veterinario, los clientes de sus centros aseguran que incluso operaba a los animales incluso poniendo dinero de su bolsillo si hacía falta. Todo por el bienestar animal.
Esta pasión hizo que fundara su propio centro con compañeros de la facultad. El Palmar de Murcia fue el lugar elegido para abrir la primera Clínica Veterinaria La Paz y su casa se convirtió en todo un refugio animal: tenía una cabra, un burro, una perra con diabetes y otros animales.
Pasión compartida
Con Olga le unía su pasión por el barranquismo y, además, su vocación. Se conocieron porque ella fue clienta suya y entablaron amistad. Su relación fue a más y hacían escapadas juntos. A nivel profesional también estaban unidos. Ella trabajaba en el Centro Veterinario Benican desde hacía diez años y Esteban operaba allí de vez en cuando.
La mujer, madre de unos mellizos de seis años, era otra amante acérrima de los animales. Tenía contacto con protectoras y refugios, trataba a sus pacientes humanos y de cuatro patas con amabilidad y una profesionalidad destacable.
Tragedia
Más allá del mundo animal, el montañismo era otra de sus pasiones y ella y una amiga decidieron realizar una escapada a Granada. Esteban, amante de los retos se unió a ellas. Pocos esperaban que acabaría en tragedia.
El pasado 20 de junio la Guardia Civil de Órgiva recibía una llamada del Centro Coordinador de Emergencias 112 Andalucía. Les alertaba de la desaparición de dos personas que practicaban barranquismo.
Dispositivo de búsqueda
El grupo de rescate especial de intervención en montaña (GREIM) de la Comandancia de Granada salió para la búsqueda de dichas personas en el barranco de Trevélez junto con un helicóptero y, a las 10:05 horas de este martes, divisaron dos cuerpos flotando en una fosa de agua situada en el interior del barranco, concretamente en la zona denominada Marmita trampa.
Los agentes hicieron el levantamiento de los dos cadáveres y los trasladaron hasta el helipuerto de Los Tablones-Órgiva. Eran Esteban y Olga. La amiga se marchó un día antes y no se unió a la exploración de la poza.
Investigación
A falta de completar la investigación de manera definitiva, el instituto armado señala que la causa de este fue de tipo accidental.
En este mismo entorno ya fallecieron hace justamente tres años, también en el mes junio, un padre y su hijo cuando practicaban igualmente barranquismo.