Una científica española intenta sacar de la cárcel a la madre acusada de matar a sus cuatro hijos
Según un estudio de Carola García de Vinuesa, "los niños podían haber muerto por una enfermedad genética" y no por una negligencia de la mujer
5 mayo, 2022 11:01Kathleen Folbigg es conocida como la peor asesina en serie de Australia. La mujer fue condenada en 2003 por matar a sus cuatro hijos cuando eran bebés. Un suceso terrible, ya que los pequeños morían a los pocos meses de nacer. Sin embargo, la científica española Carola García de Vinuesa lleva desde 2018 intentando probar su inocencia para sacarla de la cárcel.
Según un estudio realizado por ella misma y 90 eminentes científicos del mundo, "los niños podían haber muerto por una enfermedad genética y no a manos de su propia madre". Al parecer, una pequeña mutación en un gen podría ser la responsable de la muerte de los cuatro niños cuando eran bebés: "Esta mutación causa arritmia cardiaca severa comparable a otras mutaciones en calmodulina que han causado muerte súbita inesperada en niños".
Mutación en un gen de la madre y de los hijos
Los investigadores han entregado una petición firmada en la que solicitan el perdón de Folbigg y su liberación inmediata al gobernador de Nueva Gales del Sur con pruebas que avalan su decisión. Todos ellos coinciden en que el gen mutante de dos de las hijas de Kathleen, Sarah y Laura, era el CALM2 G114R, el mismo también presente en la mujer: "Encontramos una mutación tanto en Kathleen como en sus dos hijas que explica la muerte de las niñas".
Gracias a este descubrimiento, los científicos reclaman que esta madre injustamente condenada sea puesta en libertad tras casi 20 años cumpliendo un castigo que no le pertocaba. Ni a ella ni a nadie. "La llamaron bruja, la demonizaron y, salvo un grupo de amigas que siempre ha defendido su inocencia, todos renegaron de ella. Pero, insisto, los bebés no fueron asesinados sino que murieron por una arritmia cardiaca", explica Carola García.
Era buena madre
Tal y como cuenta la científica en una extensa entrevista, el primer y el tercer bebé murieron por el "síndrome de muerte súbita del lactante", el segundo "durante un ataque epiléptico", y la última por una "miocarditis, que es una infección del corazón bastante severa". A pesar de que estas causas no tienen nada que ver con la intervención humana, se acusó a la madre porque era la única que estaba con los bebés en el momento de la muerte.
"Es trágico que haya una mujer en la cárcel que es inocente y sin pruebas", se lamenta la científica. Cuando se enteró del caso a través de un abogado, quiso investigar y llegar hasta el final del asunto. Y lo hizo. "Sus diarios simplemente reflejan que se sintió estresada, responsable y deprimida, como era de esperar de una mujer a la que se le van muriendo sus cuatro hijos y que, de hecho, era muy buena madre", sentencia. Ahora solo falta que la justicia lo verifique también con su exhaustivo estudio.