El caso de Esther López sigue abierto y la investigación ha dado nuevos detalles sobre la muerte de mujer de 35 años desaparecida el 12 de enero que fue hallada sin vida en una cuneta de la localidad vallisoletana de Traspinedo (Valladolid).

Los últimos datos de la autopsia indican que alguien movió a la víctima durante las 24 horas posteriores a su muerte. Y es que el cuerpo se encontraba en una curva de las afueras del municipio, sin casas o árboles a su alrededor.

¿Premeditado?

El sitio está elegido a propósito porque tienes visibilidad del que viene de la izquierda y de la derecha", sospecha el periodista especializado en sucesos Nacho Abad.

El reportero mantiene la hipótesis de que el autor atropelló a la mujer en las cercanías de su casa y, para evitar ser descubierto, lo movió de lugar. "Quería que no le viesen cuando estaba dejando el cuerpo”, sostiene.

Herida abierta

El colaborador de Espejo público va a un paso más allá y no descarta que la víctima estuviera viva en el momento en el que la movió, al menos apoyándose en el relato del padre, quien afirma que su hija agonizó durante ocho horas tras el atropello.

"Esther presentaba una herida en la frente, tenía una una brecha en la cabeza, le salía sangre por uno de los oídos. Tenía el fémur salido de la cadera y varios golpes", recuerda Abad. Un hecho que puede complicarle la situación al sospechoso.

Hipótesis

Todo encaja perfectamente en el relato policial de los hechos cuya principal hipótesis es que el principal acusado, Óscar, atropelló a Esther, no la socorrió y, posteriormente, trasladadó su cuerpo hasta la cuneta. De hecho, el pasado martes, Un equipo de investigadores hallaron al menos 500 muestras de restos biológicos en el domicilio del sospechoso, así como una gota de sangre en el maletero de su coche.

Los cuatro forenses del Instituto de Medicina Legal de Valladolid indicaron que el cadáver presentaba varias fracturas óseas y una luxación de cadera debido a un fuerte golpe. Asimismo, también ha trascendido que los facultativos identificaron varias heridas sangrantes. "Si había heridas abiertas es difícil justificar este hombre”, sentencia Abad.