Giro de guion en el caso de la agresión homófoba sucedida en Malasaña (Madrid) este domingo. El denunciante confiesa ahora que mintió a la policía y que la violencia denunciada era consentida.

El joven de 20 años acudió a la policía para denunciar que fue perseguido por ocho encapuchados hasta el portal de su casa, lo tiraron el suelo, le partieron el labio y le seccionaron el glúteo marcándole con un cuchillo la palabra “maricón”.

Reacciones

Los hechos causaron conmoción en la población. Famosos y periodistas de toda índole han condenado los hechos y se han convocado diversas manifestaciones.

Dos días después de su denuncia y después de que la policía iniciara la investigación, el supuesto agredido ha dicho que no es así. Tras un largo interrogatorio ha dicho la verdad.

Denuncia falsa

Las heridas que tienen en el cuerpo existen pero no se las provocaron un grupo de personas violentas en un delito de odio, sino con una persona con la que mantenía relaciones consentidas.

La indignación se ha extendido por las redes sociales por la conducta irresponsable del denunciante, ya que llega en un momento en el que realmente sí hay un incremento de agresiones contra el colectivo LGTBI.

Sin consecuencias

Además, el joven puede ser considerado impune. La ley prevé entre seis y 12 meses de cárcel por las denuncias falsas con un condicionante que ésta haya comportado “actuaciones procesales”. No es el caso.

Si bien la policía inició las investigaciones para detener a los supuestos ocho encapuchados aún no enviaron la demanda a la fiscalía, así que aún no hubo un proceso tan siquiera prejudicial.