Una mujer sufre terribles maltratos y extorsión de su marido: "¿Por qué crees que me casé contigo?"

Una mujer ha podido salir por fin de un matrimonio de maltratos y extorsión que ha durado tres años. Durante este tiempo su marido la humilló, sometió y pidió dinero en diversas ocasiones.

Ella es una ciudadana romana de 54 años quien, en su día, se enamoró de Omar P, un ciudadano de Ghana 27 años más joven que ella. Las diferencias culturales y la edad nunca pareció ser un problema así que decidieron casarse y, a partir de ese día, todo cambió.

Del halago al insulto

La italiana relata que hasta ese día todo era amor y halagos que, desde la boda, se tornaron en maltratos. Las vejaciones se volvieron constantes. “Eres vieja, me tienes que mantener. ¿Por qué crees que me casé contigo, si eres mayor que mi madre?”, recuerda que le decía.

Las palabras no venían solas, la violencia también fue física. Hace unas semanas, el hombre le propinó una paliza en la misma entrada de su casa. Ella acabó con dos costillas rotas.

Violencia física

Los golpes fueron tan duras que la italiana tuvo que ser trasladada de urgencias al hospital donde llegó sin conocimiento. Allí pudo contar la pesadilla que vivió durante todos estos años.

La policía detuvo al hombre, que se encuentra en prisión, por maltrato familiar, lesiones graves, violencia sexual y acceso no autorizado a sistema informático de la esposa.

Extorisión

En la denuncia policial la mujer relata episodios dantescos. Su marido la humillaba y le obligaba a ponerse de rodillas cada vez que quería hablarle. Asimismo, la obligó a que le pasara las contraseñas de su trabajo para acceder a cierta información confidencial, un hecho por el que despidieron a la mujer.

Por si fuera poco, el hombre le pedía diariamente una paga por hacer de marido. Cuando ella se quedó sin dinero, le exigía que se lo pidiera a la su madre. La situación llegó a tal extremo que ella trató a cortarse las venas y el se mostró indiferente. “¿Quieres suicidarte? ¡Me quedaré con la herencia!”, sentenció.