Malas noticias: La llegada del buque con sónar, que debía sumarse al dispositivo de búsqueda del padre (Tomás Gimeno) y sus dos hijas (Ana y Olivia) desaparecidos en Tenerife, el pasado 27 de abril, se retrasa por lo menos hasta el próximo domingo.
El barco, que salió del puerto de Vigo el domingo 23 de mayo, se encuentra ahora en plena travesía. En concreto, frente a la costa de Tánger (Marruecos).
A la espera del Ángeles Alvariño
Se trata del navío Ángeles Alvariño: una embarcación que es propiedad del Instituto Español de Oceanografía y que cuenta, además, con un sistema de ecosonda multihaz de barrido lateral con capacidad para detectar cualquier objeto en un radio de 300 metros entre babor y estribor.
A bordo del buque viaja también el robot subacuático que será empleado para llevar a cabo la observación y grabación del suelo marino a través de una cámara. El androide, bautizado como Liropus, está diseñado para maniobrar a diferentes profundidades de hasta 2000 metros.
Dispositivo especial de búsqueda
De este modo, está previsto que entre el sonar y el robot se rastree la orografía marina tinerfeña. Especialmente, la zona frente a la costa del puerto de Güímar, lugar en el que fue hallada la sillita de una de las menores y la lancha de Tomás. Asimismo, el área en el que fue registrada la señal del móvil de Gimeno por última vez, la madrugada del 28 de abril, también ha sido delimitada.
Con la llegada del barco, ya serán dos los destacamentos especiales enviados a la isla para dar con el paradero de Tomás y las pequeñas. Desde el pasado 2 de mayo, un grupo de agentes de la UCO de la benemérita se encuentra desplegado en suelo tinerfeño con la misión de realizar nuevos registros en la vivienda del desaparecido.