¡Qué caprichoso es el destino! Quién nos iba a decir que Rosa Peral y Angela Dobrowolski serían compañeras de trena y que entre ellas se forjaría una amistad. Para sorpresa de todos la autora del mediático crimen de la Guardia Urbana se ha convertido en el mejor paño de lágrimas de la mujer de Josep Maria Mainat.
Angela Dobrowolski sigue en prisión provisional desde el pasado 6 de enero como medida preventiva en favor del productor audiovisual catalán.
Dos femmes fatales
Un nuevo auto que llegaba después de que su todavía esposa vulnerase de forma reiterada la orden de alejamiento que le impuso el juez. Previamente, la hispano-alemana había sido acusada por los Mossos d'Esquadra de intento de homicidio hacia su marido.
Por su parte, Peral cumple condena de 25 años al ser acusada de haber matado a su novio, Pedro Rodríguez con la ayuda de su amante. Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del 2 de mayo de 2017 en el domicilio que Peral y Rodríguez compartían en la localidad de Vilanova i la Geltrú. Ahora, desde la cárcel, la que en su día fuera una agente policial dispara nuevamente hacia su amante, Albert López --también policía-- como principal artífice del crimen.
La primera entrevista de Rosa desde la cárcel
De hecho, Rosa rompe su silencio para el programa de El Programa de AR y reitera su inocencia al mismo tiempo que interpela al reportero: "¿Te has parado a pensar que Albert tenía dos hermanos que estaban en la cárcel? ¿Por qué nadie lo sabe? Si queremos conocer a las dos personas... ¿por qué nadie se ha parado a pensar si Albert tenía o no tenía pareja en ese momento? Todo el mundo sabía si yo tenía o no tenía, o lo que se han inventado".
Por si fuera poco, la reclusa señala que el crimen se ha convertido en "un juicio muy sexual". "Si yo seduzco a todo el mundo, ¿por qué me han cambiado tantas veces de cárcel?. Llevo cuatro años sin tocar a un hombre", revela Peral.
Su unión a Angela
Sin embargo, Rosa se rompe al hablar de sus hijas: "Estoy fatal, fatal, lo peor que llevo es no ver a mis hijas, el no estar con ellas y que se haya hecho tanta injusticia".
A consecuencia de ello y de su unión a Dobrowolsky, estas dos mujeres han puesto en marcha una fundación para luchar contra la separación que sufren las madres encarceladas de sus hijos.