Un acto reflejo y sin prestar atención ha acabado en un terrible accidente doméstico que ha provocado graves heridas en una mujer de 48 años.

Se trata de Lisa Boothroyd, una madre que cogió una caja que encontró en el supermercado cerca de unas golosinas y resultaron ser petardos.

Trágica confusión

Entre que la caja tenía dibujos algo infantiles y que el papel que recubre la pólvora de los artefactos era muy parecidos a unas chucherías explosivas, apenas se percató de su error.

Al llegar a casa, la mujer, sin mirar la caja, se puso en la boca unos cuantos Fun Snaps, las típicas bombetas de San Juan. Al entrar en contacto con su dentadura y su paladar, los petardos explotaron sin que ella pudiera hacer nada.

Rota de dolor

Las consecuencias fueron terribles. Sufrió quemaduras en los labios, dientes y en las encías. Durante semanas, debido al dolor tuvo serios problemas tanto para quemar como para dormir. “Me ardía”, confiesa al diario The Sun. El dolor era tan agudo que le diagnosticaron analgésicos.

Pese a las molestias, Boothroyd se congratula que haya sido ella y no sus hijos quien se hayan confundido con este producto, “podrían haberle explotado la boca”. Aun así, culpa al supermercado del infortunio.