La muerte del médico del Papa Francisco llega en medio de un bulo sobre el Vaticano

La muerte por coronavirus de Fabrizio Soccorsi ha conmocionado al mundo. Pese a que hasta hace unas horas casi nadie sabía de quién se trataba, la noticia del óbito del médico personal del Papa Francisco, a los 78 años de edad, llega después de un fin de semana repleto de fake news y conspiraciones en las redes sociales que tienen al Vaticano en su epicentro. A juzgar por lo contado, quién sabe si sus autores obtendrán el perdón de Dios. 

La conspiración

Durante la noche del sábado 9 de enero, el tuit de un internauta aseguraba que la Santa Sede había sufrido un apagón. Como prueba de ello, este usuario difundía una imagen de la plaza de San Pedro totalmente a oscuras. Lejos de dejarlo aquí, y como si de la trama principal de un film policíaco se tratara, había quien aseguraba haber escuchado disparos para luego afirmar que el Pontífice había sido detenido en una macrooperación policial.

De hecho, Francisco habría sido interrogado por el FBI después de que la fiscalía italiana hubiese abierto una investigación en su contra por posesión de pornografía infantil y drogas, trata de personas, abusos y fraude. Pese a lo increíble de la historia, un medio ultraderechista canadiense se lanzaba a la piscina dando la noticia como verdadera. A consecuencia de ello, el enorme revuelo que desató la publicación se trasladó hasta el país colindante (Estados Unidos). 

La muerte de Fabrizio Soccorsi

Cuanto a la muerte del médico personal del Papa, el Vaticano apenas aporta datos sobre el suceso. Tan solo afirma que falleció por culpa de complicaciones en su infección por Sars-CoV-2. Si bien en ese mismo comunicado se relatan los aspectos más trascendentales de la vida de Fabrizio Soccorsi.

El doctor de Bergoglio se graduó en medicina y cirugía en la Universidad de La Sapienza (Roma) en 1968, y tras obtener la licencia para ejercer, engrosó su currículum tanto a nivel médico como a nivel docente hasta que, en 2015, Francisco lo contrató.