Una mujer ha sido detenida acusada de ser la supuesta responsable de la muerte de su hija a quien mató a martillazos después de tomar una sobredosis de antidepresivos.
Los hechos sucedieron el 16 de octubre en Kirovgrad (Rusia), cuando Natalia Petunina, la madre, estaba a sola con su pequeña de cinco años, Lisa.
Sorpresa del padre
El padre de la menor fue quien denunció los hechos a las autoridades. En el momento del suceso se encontraba trabajando, cuando regresó para para comer y vió la escena “pensó que su hija estaba cubierta de pintura”, relata un familiar. Al ver que no era así llamó inmediatamente a los servicios de emergencia.
Cuando el personal médico-sanitario llegó no pudo hacer nada para salvar a la niña. La autopsia revela que Lisa murió por las heridas provocadas por los diversos golpes de martillo que recibió en la cabeza.
Atención a la madre
La madre también tuvo que ser trasladada al hospital más cercanos debido a la sobredosis de antidepresivos que se tomó antes de, supuestamente, arremeter contra su propia hija. “Al darse cuenta de lo que había hecho trató de sacarse la vida”, confiesa el portavoz policial.
Los mismos agentes que acudieron al domicilio familiar aseguran que cuando llegaron, la niña estaba en una piscina de sangre, con su padre yaciendo al lado.
Miedos y agresividad
Los familiares de Petunina reconocen que sufría depresión y que tomaba medicación para controlarle. “Mi hija sufría miedos constantes”, confiesa la abuela de la víctima.
Sobre el efecto que le hicieron las pastillas, algunos científicos apuntan que algún medicamento puede provocar episodios agresivos. La responsable de los hechos, ahora, se enfrenta a 20 años de cárcel.