Las funerarias ya se preparan para la segunda ola del Covid

El sector funerario en España asegura que ya está preparado para afrontar una segunda ola del Covid-19. Ante los últimos datos de contagios y las previsiones de los expertos han reforzado un 15% de sus plantillas para evitar el colapso de sus servicios.

"Hemos hecho los deberes para que no ocurra aquello que ocurrió", ha afirmado el secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), Alfredo Gonsálvez. Se refiere a la saturación que experimentaron la mayoría de funerarias del país durante los primeros meses de la pandemia que desbordaron todas las previsiones de sus servicios.

Refuerzos

El responsable de la patronal del sector asegura que cuando se produjo la primera ola de la pandemia "nadie estaba preparado". Hubo días con picos de trabajo del 500%, señala. “En Madrid, un día normal de marzo o abril fallecen de media unas 75 personas; en la última semana de marzo y primera de abril, murieron casi 400 personas al día", recuerda.

Ante esta situación y la posibilidad de que los casos de contagios y muertes vuelva a aumentar, apunta que el sector "se ha adelantado". Las plantillas de las empresas funerarias se han reforzado entre un 10 % y un 15 % de media a nivel nacional, un incremento que llega hasta el 30 % en zonas tan afectadas como Madrid.

Aprovisionamiento

Los protocolos también se han mejorado, así como la formación higiénico-sanitaria de todas las personas que tienen que atender al fallecido y la dotación de mayores existencias de EPI, mascarillas y guantes y se ha reforzado el estocaje de ataúdes.

Gonsálvez apunta que debes “contar con ello y tienes que pedir a los proveedores que aumenten sus stocks para poder atender a mayores necesidades de demanda". Asimismo, asevera que el número de hornos crematorios en Madrid ha pasado de 28 antes de la pandemia a 35.

Coordinación

Pese a la preparación de las funerarias, reclaman una "coordinación más fluida y eficaz" con la Administración y que un experto del sector esté "donde se toman las decisiones". Entre las tareas pendientes, cree que sería recomendable que hubiera un "protocolo claro" para el tratamiento y manipulación de los cadáveres de personas fallecidas por Covid-19. Y es que con el fin del estado de alarma dejaron de estar en vigor las restricciones que había para tratar un cuerpo sin vida con coronavirus.

El secretario general de la organización advierte de que los servicios funerarios no son los únicos actores de la cadena sanitaria, sino su "último eslabón". En este sentido, repara en que existen otros elementos, como el Registro Civil, donde deben realizarse una serie de trámites y "a lo mejor" a día de hoy no están "tan agilizados como deberían para las alturas de epidemia que tenemos". Es por eso que exigen mayor relación con la Administración. “Ha llegado el momento de que se cuente con nosotros", concluye Gonsálvez.