El presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos, alerta de que "en cualquier momento" España podría vivir una situación muy grave respecto a la pandemia del Covid-19.

El experto reconoce que "no podemos decir que haya una segunda ola”, pero en las próximas semanas el país podría “volver al escenario de marzo y abril", cuando el Gobierno decretó el estado de alarma y la reclusión.

Análisis de medidas

López Hoyos ha expresado su preocupación durante el curso 'Inmunología en la pandemia de Covid-19', de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Allí, los profesionales han analizado las medidas de gestión sanitaria que se están poniendo en marcha y cuáles es necesario que se potencien.

La secretaria de la SEI, Carmen Cámara Hijón, señala que "las restricciones de movilidad aún no han demostrado su eficacia. Lo que sí lo ha demostrado es la contención domiciliaria", es decir, la reclusión. En este sentido, apunta que "la medida más eficaz sería la cuarentena de 14 días de todos los contactos de un caso positivo". Un mecanismo que "hemos relajado en la nueva normalidad y se debería conseguir", indica.

Inmunidad de grupo

Ambos médicos apuestan por la coordinación entre las autonomías para la eficacia real de estas decisiones. "Me gustaría que volviéramos al estado de alarma y no actuar con respuestas independientes, pero es un tema político”, desea López Hoyos. “Siempre hay discrepancias”, lamenta, aunque “afortunadamente, las comunidades autónomas se comunican", sentencia.

Los expertos también se han referido a las concentraciones de los anti-mascarilla, como la del pasado domingo donde ya ha habido un positivo o la del Josep Pàmies en Sant Pere de Ribes, que califican de "lamentables" y desmontan algunas de sus teorías. "Si hubiéramos favorecido la inmunidad de rebaño quitando las mascarillas, ahora tendríamos inmunidad de rebaño, pero hubieran muerto casi tres millones de españoles", concluye el presidente del SEI.

Nuevas medidas y escuela

Para evitar estas peligrosas consideraciones abogan por una concienciar a la población de las medidas de distanciamiento. Asimismo, presentan una nueva medida a tener en cuenta para frenar los contagios: crear pequeñas burbujas. Esto supone "tener vida social” pero delimitarlo a un estrecho círculo, como “una burbuja lo más cerrada posible”. Un método que facilitaría los rastreos en caso de que hubiera un caso positivo, explica López Hoyos.

Los inmunólogos apuestan por aplicar esta técnica en los colegios cuando empiece el curso escolar. "Tenemos que conseguir que un profesor y su aula tenga poco contacto con el resto para que, si hay un positivo, no tengamos que mandar a casa a un colegio entero", añade Cámara.

Vacunas

Sobre la llegada de la vacuna, la secretaria de la organización prefiere ser “realista y un poco optimista". "El problema es que no solo tiene que existir la vacuna, sino que tengamos suficientes unidades”, advierte. Para ello adelanta que se deben preparar “medidas de optimización, como decidir a quién se vacuna primero".

López Hoyos, por ahora, desconfía de la vacuna rusa, "no tiene ninguna evidencia científica", asevera. Una opinión que comparte con su compañera que encuentra que "es una autentica temeridad no pasar por las cuatro fases de un ensayo clínico antes utilizar una vacuna”.