Las típicas ventas de pulseras que realizan algunos jóvenes en las ciudades de España puede salvar vidas. Si no que se lo pregunten a un conserje de un instituto de Málaga que logró salvar su vida gracias al desfibrilador del centro que se obtuvo gracias a la colecta que realizaron los alumnos y la comunidad escolar.
Los hechos se produjeron en el IES Sierra Bermeja de la ciudad andaluza, cuando uno de los conserjes sufrió un paro cardiaco. Una de las profesoras presentes, con formación en primeros auxilios, percibió la situación y no dudó en hacer uso del dispositivo adquirido recientemente por el centro.
Negativa de la Junta
El trabajador del instituto pudo salvar su vida gracias al desfibrilador que consiguieron los chicos con la venta de pulseras y los cursos que realizó el profesorado sobre primeros auxilios. De hecho, cuando llegaron los profesionales de emergencias del 061, el conserje ya se encontraba consciente.
El centro llevaba tiempo requiriendo el citado dispositivo y ante la negativa del departamento de Educación de la Junta de Andalucía a hacerse cargo del gasto, la comunidad escolar decidió tomar cartas sobre el asunto. Impulsaron diferentes medidas, entre ellas la venta de pulseras por parte de los alumnos. Ellos fueron los que más recaudaron.
Acción ciudadana
Una vez consiguieron hacerse con el desfibrilador, el instituto preparó al personal, profesores incluidos, con cursos de primeros auxilios. Entre las lecciones, se enseñaba a cómo usar el dispositivo.
Ambas iniciativas surgidas por parte de la ciudadanía y en concreto de la comunidad escolar han ayudado salvar la vida de este conserje.