Agentes de la Policía Local, junto a varios inspectores del área de Consumo del Ayuntamiento de Sevilla, han precintado 30.000 kilos de productos cárnicos de Sola Ricca, una empresa de alimentación de la capital andaluza. Según ha avanzado el Diario de Sevilla, la inspección tuvo lugar el pasado lunes en las instalaciones que posee la empresa en el distrito hispalense de Sevilla Este.
En la operación se detectaron un total de 69 palés sin etiquetado, fecha de caducidad ni procedencia. Y localizaron más palés en el exterior de la nave con alimentos caducados. Entre los alimentos con fallos había solomillo de cerdo, panceta y algunos tipos de queso, en una actuación en la que quedaron precintados finalmente 2.484 cajas de distintos productos.
La empresa culpa a un extrabajador
El rotativo sevillano cita fuentes de la empresa para indicar que la inspección se ha debido a una denuncia falsa de un antiguo trabajador despechado. Además afirman que, durante la inspección, sólo localizaron un palé de queso sin las debidas garantías que tenían separado del resto para ser destruido.
Sin llegar a admitir la existencia de errores en los etiquetados del resto de productos, todos éstos estaban a la venta tanto del público en general como de las empresas a las que provee de alimentos a diario.
El 'caso Magrudis' intensifica las inspecciones
No hace tanto que se dio el caso Magrudis, el de la carne mechada contaminada por la bacteria listeria que provocó el estallido de una alarma sanitaria con cientos de afectados, los servicios municipales del consistorio hispalense han intensificado las labores de inspección.
Especialmente en estas fechas festivas, cuando se intensifica el consumo de este tipo de productos.