Yoly Saa: “No quiero sentirme obligada a hacer canciones si no tengo nada que contar”
La cantante y compositora para artistas de la talla de Luz Casal y Malú lanza su primer disco, 'A golpes de fe'
2 junio, 2022 00:00Yoly Saa es una de las promesas de la música española. La cantante dejó su Galicia natal para mudarse a Madrid y luchar por su sueño de dedicarse a la música. Después de impulsar su carrera con algunos sencillos y colaboraciones de la talla de Funambulista y Nil Moliner, la artista publica su primer disco en solitario, A golpes de fe.
"Cada una de esas canciones individualmente ha sido para mí un golpe de realidad en los que he tenido que aprender a confiar en mí misma, en la música y en otra gente", desvela la cantante sobre su proceso de composición en un encuentro con Crónica Directo. Un disco que le abre camino en la industria y que le permite experimentar musical y artísticamente. "Me di cuenta de que también se le puede cantar a las cosas buenas", confiesa la joven gallega.
--Pregunta: Lanza su primer disco, ¿ha sido más complicado de lo esperado?
--Respuesta: Hay que pensar en muchas cosas, no solo son las canciones, sino la idea del vídeo, el arte, qué quieres contar, cómo lo quieres contar y que al final sea un todo. Son más aspectos de los que imaginaba, pero me parece divertido, porque los procesos creativos en general me gustan mucho.
--¿Qué tienen en común todas las canciones?
--El disco se llama A golpes de fe porque ha sido recuperar la confianza en algunas cosas. Cada una de esas canciones individualmente ha sido para mí un golpe de realidad en los que he tenido que aprender a confiar en mí misma, en la música y en otra gente. He dejado de creer en lo que no me hacía bien para darle paso a lo bueno y a lo positivo. Por eso también el disco está ordenado de manera que empieza todo un poco más oscuro y triste, y acaba más positivo.
--Tiene varios estilos, pero a la vez mantiene su esencia.
--Yo escucho muchos tipos de música, y el disco es bastante heterogéneo. Puedes escuchar canciones que son más pop-rock, otras más indie, un rollito R&B, toques de electrónica... Como yo escucho muchos géneros, todo está ahí metido, pero mi manera de componer o de hacer letras hace que siga teniendo esa esencia. Me parece muy importante que, haga lo que haga, sea yo.
--¿Qué le gustaría hacer?
--El pop en general es hacia donde yo más tiro y me sale todo de manera más natural, pero sí que es verdad que el tema del indie me interesa mucho, la electrónica también me gustaría y el R&B. Esos tres estilos son los que más quiero investigar, pero no me cierro al tema de los boleros y darle un toque más moderno.
--Las que son pop rock tienen un sonido orgánico de banda.
--Totalmente, porque cuando presento las canciones en directo tengo una banda, unos musicazos, y esas producciones para poder llevarlas al directo tienen que tener sentido y una coherencia con el disco. Soy una persona que le gusta tener a la banda detrás y precisamente por eso está esa parte más orgánica. De hecho, me he planteado también empezar a componer los instrumentales, porque las melodías y las letras son un poco más mías, pero a nivel instrumental me gustaría probar cosas y componer con mi banda.
--¿De qué quería hablar en su primer disco?
--Son mis historias y no quería que fuese un disco que solo hablase de amor o desamor porque no es lo único que me ha pasado durante todo este tiempo. Por ejemplo, haberme ido de Galicia me ha marcado muchísimo. Tirano, en este caso, es una persona que me encontré en la música que es una parte la industria en la que yo no creo, la otra cara de la moneda. Salvavidas está dedicada a mi padre porque ha sido muy importante para que yo esté ahora aquí y tenía que estar un primer disco mío. Lo que tienen en común es que son historias propias, porque a una persona no le pasa una sola cosa durante dos años.
--Dedica una canción a ‘Galicia’, su tierra. ¿Cómo fue mudarse a Madrid?
--Obviamente era algo que me apetecía y me parecía toda una aventura, pero al principio se me hizo muy duro. Sobre todo, porque yo vengo de una ciudad que es Pontevedra, pero que tiene 45.000 habitantes, con lo cual es prácticamente un pueblo, y Madrid es muy abrumador de primeras. Al principio lo pasé mal y quise volver a Galicia, pero mi madre me dijo que aguantara un poquito más y escribiera sobre Galicia para ver si me ayudaba. Ahora estoy completamente enamorada de Madrid, es una ciudad que te aporta mucho a nivel cultural, a nivel personal, la gente que hay, las historias que vas descubriendo. Y es una ciudad muy agradecida, pero obviamente estar lejos de casa nunca es fácil.
--¿Fue fácil entrar en la movida musical de Madrid?
--Desde que tomé la decisión hasta que me fui a Madrid pasó un año, porque yo no tenía un duro y solo quería dedicarme a la música. Estuve un año ahorrando todo, viviendo con mis padres, sin gastar prácticamente nada para poder dedicarme solo a eso cuando llegara a Madrid. Lo que hice antes de irme fue buscar todos los micros abiertos que había en la ciudad y qué se podía hacer. Me iba a tocar al metro, salía del metro, dejaba la maleta en casa, me volvía a colgar la guitarra y me iba al micro abierto de ese día. Ahí empecé a conocer a otros artistas también como Ainoa Buitrago, Alice Wonder y ya vino todo un poco dado. Fue pasando todo súper rápido y no sé muy bien ni cómo pasaron. Yo no tenía planeado que pasarse así ni así de rápido y estoy súper encantada con eso.
--Mencionaba antes la canción de ‘El exilio’, ¿por qué es tan dura?
--La escribí en pandemia, justo cuando nos encerraron y yo estaba en una relación muy tóxica que todo el mundo alrededor lo veía menos yo. Cuando nos encerraron, cogí perspectiva y empecé a pensar que igual eso no me estaba haciendo bien. Pasaba cosas muy graves sin darme cuenta y me estaba haciendo un daño brutal. Era una lucha contra mí misma, la persona que tenía enfrente lo veía y tampoco hacía nada para que yo dejase de hacerlo. Fue muy duro, pero sí que es verdad que los dos primeros meses que estuvimos encerrados fueron absoluta terapia en este sentido. Yo me había olvidado un poco de quién era, de las cosas que me gustaban y de aquello que me mueve. Me había desconectado incluso la música. Hacer una canción así te hace tener presente el hecho y no olvidarme nunca de esa experiencia para que no me vuelva a pasar. Es muy complicado después volver a confiar, creer en ti y remontar.
--¿Cuál es la más especial del disco?
--La más especial para mí es A golpes de fe. Me hizo darme cuenta de que, aunque yo había perdido la esperanza en la gente en general, estaba muy desconfiada y muy negativa, de repente aparece alguien que es justo todo lo contrario. Me di cuenta de que también se le puede cantar a las cosas buenas y que las buenas te pueden hacer expresar tus sentimientos a veces mucho mejor que las malas.
--¿Se siente más cómoda al escribir con positividad o con melancolía?
--Disfruto mucho del proceso creativo en general, la música es música y a mí me pone la piel de gallina una canción lenta y una más alegre. Con mi música me pasa lo mismo. Las dos me aportan mucho de manera diferente.
--¿Qué tienen los boleros para que algunas canciones tengan esos toques?
--Son una parte muy importante de mi vida porque parece ser que cuando yo tenía tres añitos o así mi padre se puso a cantar Contigo aprendí de Armando Manzanero y se ve que yo me emocioné con mi padre cantando esa canción. Después, conforme yo fui creciendo, mi padre el que se encargaba de mi hermano y de mí cuando éramos más pequeños y yo cantaba con él en la ducha los boleros de Luis Miguel, ponía los discos, y es una época muy feliz de mi vida, que yo recuerdo con mucho cariño, y creo que mi pasión por la música viene de esa época de boleros. Tienen un peso muy especial en mi vida.
--¿Le da importancia a la parte estética?
--Sí, y se la seguiremos dando con todo lo que tiene que ver con la gira, queremos que todo esté muy muy ligado. Al final es importante también que, si hay una historia detrás y un sentido, la estética vaya acorde para que todas esas ideas sean más firmes. Aparte que estéticamente yo tengo muchas referencias y soy un poco friki. Ahora los discos no se compran tanto, pero a mí me encanta coleccionar discos, vinilos e incluso cassettes. Ahora se hacen cosas realmente increíbles, como por ejemplo el disco de Rosalía, que tiene un montón de referencias de obras artísticas. Igual que coges referencias de otros cantantes, puedes coger referencias de otras cosas a nivel creativo.
--¿Hacia dónde quiere que vaya su proyecto?
--Consumimos todo muy rápido y me gustaría, dentro de las posibilidades, disfrutar de esto, centrarme en preparar una buena gira y tocar en directo. Indudablemente ya hay historias, tengo ideas ya de por dónde quiero ir y hay canciones hechas que veo un destello y me puedo hacer una imagen muy básica y muy primitiva de por dónde quiero seguir. Pero quiero tomármelo con calma porque no sé sinceramente si tengo tantas cosas que contar. A mí me han pasado muchas cosas estos dos últimos años, pero no te pasan todos los días. No quiero sentir que tengo que hacer canciones aunque no tenga nada que contar.
--También ha compuesto para otros artistas. ¿Ha dejado de lado esa faceta?
--Estoy componiendo con otra gente. Ahora estoy un poquito más tranquila, disfrutando de esto y he parado un poco el ritmo, pero es algo momentáneo y voy a seguir porque creo que compartir con otros artistas sean quienes sean siempre es positivo y te aporta unas cosas luego para poder llevarte a tu proyecto.
--¿Cómo se le plantea el verano?
--Nos dedicaremos sobre todo a festivales y a partir de septiembre la gira. Tengo ganas de verme ya por fin en algún festival, que es algo que he hecho muy poco. Me parece una manera nueva de ver todo este mundo que todavía estoy descubriendo. Mi madre me dijo una vez que las primeras veces nunca se olvidan y que disfrute porque nunca vuelven.