Rafael Amargo, sobre su proceso judicial: "Detrás de todo esto hay una mano negra"

Rafael Amargo por fin se ha sentado en el plató del Deluxe dispuesto a contarlo todo. Incluso el plantón que dio al programa y que el niega porque no estaba firmado.

En el único aspecto que se ha mostrado más prudente ha sido en su acusación judicial por supuesto tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. “Es una cosa muy sería y afortunadamente está todo muy encauzado”, asevera.

Nada en casa

“La historia nada más la sé yo y tengo que callar. Es un proceso judicial muy serio y hay que ir con cuidado y va a durar un tiempo”, adelanta. Asevera incluso que “no encontraron nada en mi casa”, que sólo había polvo blanco y grifería dorada porque estaba haciendo obras.

“Yo estoy muy tranquilo. Pero me da mucha pena”, porque deslució su espectáculo y porque afectó a su familia. Hasta el punto de que dice que es “una víctima” porque hay proyectos que se caen.

Consumo

Sobre las drogas y los 6.000 euros que aparece en el informe policial que se encontraron en su casa, él niega la mayor, ya que no fue en su casa. Y la balanza de precisión la llevaba en su bolsillo, aunque dice que "hace siete años que no me meto una raya de cocaína", eso sí "eso no significa que no tome otro tipo de sustancias". De hecho, asegura que su familia y amigos "se reunieron conmigo para decirme que tenía que ingresarme y descansar".

Aun así, su teoría es que “detrás de todo esto hay una mano negra”, pero no ha querido decir nada más. Lo único que ha reconocido el coreógrafo es que le han robado. “No se puede ser tan bueno, tengo que cambiar”. Tanto es así que cree que es un chivo expiatorio, en el que él tiene parte de culpa, "por meter el hocico por donde no debo".

Malas compañías

Tras lo sucedido, reconoce que mucha gente le ha dado de lado "y menos mal, porque eran escuerzos", unos individuos "con que te lo pasas bien por cinco minutos y no tienen ni oficio ni beneficio". Esta es la parte positiva que extrae de su detención: "lo que ha pasado me ha servido para filtrar".  

Amargo señala que le han chantajeado con publicar grabaciones de suyas, pero que “les ha salido el tío por la culata”. En resumen, que se ha rodeado de unas compañías que no le gustaban y que ha vetado la entrada a su casa de algunas personas.