Mónica Hoyos no reconoce a su hija Luna / MEDIASET

Mónica Hoyos no reconoce a su hija Luna / MEDIASET

Famosos

Mónica Hoyos no reconoce a su hija

La superviviente ha vuelto de la isla muy dispersa y ha hablado a su hija como si fuera un alien

19 julio, 2019 00:13

La peruana Mónica Hoyos ha vuelto de lo más cambiada de Honduras. Tanto es así que no ha reconocido ni a su propia hija, Luna, quien ha acudido al plató para darle una sorpresa.

Un momento de lo más surrealista y delirante, para colmo de la también hija de Carlos Lozano. Y eso que solo han pasado tres meses desde que la televisiva pusiera rumbo a Honduras. ¿Se ha tomado algo Mónica antes de entrar en directo?

Mónica Hoyos en un momento del reencuentro con su hija / MEDIASET

Mónica Hoyos en un momento del reencuentro con su hija / MEDIASET

"¿Pero tú quién eres?"

Será verdad eso que dicen que la isla cambia a las personas. Y es que Mónica Hoyos se ha quedado de pasta de boniato al ver a su hija, tras su paso por el reality. Un reencuentro que, más allá de ser emotivo, se ha convertido en un auténtico despropósito por parte de la peruana.

"¿Pero té quién eres?". Estas han sido las primeras palabras que Hoyos le ha dedicado a su hija, nada más verla. Una hija, por cierto, que, como tiene 15 años, la cámara no ha sacado de cara, sino que de espaldas, ofreciendo todo el rato un primer plano de la cara de Mónica. "Yo la dejé diferente. Cuando me fui a la isla media medio metro menos" ha dicho Mónica. A lo que su hija ha respondido: "Es porque llevo unas botas y soy dos centímetros más alta".

Carlos Lozano se ceba con Mónica Hoyos

Este reencuentro de lo más surrealista, que se ha producido justo en las puertas del plató de Supervivientes, y que se ha retransmitido en directo desde plató para sorpresa de todos los allí presentes. Y es que las caras de Isabel Pantoja o Carlos Lozano han sido un auténtico cuadro.

De hecho, Lozano, padre de Luna, ha dicho: "No es que Luna esté más alta, sino que Mónica es muy bajita". De esta manera ha querido posicionarse al lado de su hija, quien aún debe estar asombrada por el extraño recibimiento que le ha hecho su madre. ¿Se lo perdonará algún día?