Jorge Javier Vázquez reconoce su tremendo "afán controlador"

Jorge Javier Vázquez lleva una época en el que aplica el acto de contrición en su vida. Ya no en su libro, sino también frente a las cámaras y en su blog.

La Navidad le ha hecho recordar sus tiempos infantiles y de allí ha empezado a tirar hacia el presente y ha reconocido que su carácter no siempre es fácil. Un hecho que algunos de sus colaboradores han podido comprobar y sufrir en sus propias carnes.

Autocrítica

"Durante mucho tiempo he intentado controlar todo lo que sucede a mi alrededor y un poco más", admite el catalán. Los gritos de llamadas al orden o para que se le escuche en Sálvame son buen ejemplo de ello.

Tras sufrir un ictus hace años y un accidente respiratorio este mismo verano, le ha dado por tomarse la vida a otro ritmo. Al menos, eso es lo que dice. "Ahora me doy cuenta de que ese afán controlador me provoca mucho sufrimiento", confiesa el de Badalona.

Hijos

Según el presentador, ahora se enfada por muy pocas cosas. "Creo que estoy dejando de ser el enano gruñón para convertirme en el enano adaptógeno. Todo me da relativamente igual", indica.

"Llegados a un cierto punto vital, es una manera más tranquila de vivir", reconoce. Así que la idea de tener hijos, no se le pasa ni por la cabeza. "Ser padre significa aceptar que tu hijo tiene que equivocarse y sufrir, y a mí eso me traería por el camino de la amargura", concluye.