Dan Stevens: “Hay mucha gente dispuesta a comprometer su ética y moral por estar cerca del poder"
El actor interpreta a John Dean, un funcionario del gobierno de Richard Nixon que es llamado a participar en la campaña del presidente estadounidense y que acaba salpicado por el 'caso Watergate'
24 abril, 2022 00:00Dan Stevens (Croydon, Reino Unido, 1982) ya ha abandonado su Inglaterra natal para mudarse a California. Su papel de Downtown Abbey lo catapultó a la fama y ahora se encuentra viviendo la vida de Hollywood y metiéndose de lleno en otra seria muy estadounidense, la del Watergate.
El británico es uno de los personajes principales de Gaslit, serie creada por Robbie Pickering (Mr. Robot) y guionizada por Matt Ross (Captain Fantastic). Una oferta que no pudo rechazar ya que la produce y protagoniza Julia Roberts, junto a Sean Penn.
Compañeros de lujo
“Es increíble tenerlos juntos en una escena. Tengo una escena con Julia y fue muy excitante y emocionante. Pude trabajar más intensamente con Sean Penn y es un hombre muy intenso. Fue toda una experiencia, un viaje” revela. “Fue bastante especial, increíble, como una montaña rusa”, confiesa a Crónica Directo.
Stevens interpreta a John Dean un funcionario del gobierno de Richard Nixon que es llamado a participar en la campaña de reelección del presidente estadounidense y que acaba salpicado por el Watergate. Un personaje sobre el que ha trabajado en profundidad. “Leí un montón de libros, también el suyo, Blind ambition (Ambición ciega), que fue de gran ayuda para enfocarlo desde otro ángulo. También hay muchas escuchas de él, así como material bajo demanda de la CNN. Lo posible para observar al hombre y tomar algunos elementos para incorporarlos a mi personaje".
La serie
La serie le da un toque cómico a los personajes y una nueva visión que pone el foco en Martha Mitchell, la esposa de John, que estuvo al mando de todo el entramado y que, pese a quedar ninguneada, fue la primera en destapar las corruptelas de Nixon.
Crónica Directo habla con el actor inglés sobre cómo ha sido embarcarse en esta aventura y reflexiona sobre cuán corrupto puede ser uno, en la política y en el cine.
--Pregunta: ¿Se imaginó alguna vez convertirse en una estrella de Hollywood?
--Respuesta: No sé, todos los pasos en mi carrera han sido un poco una sorpresa. En plan ¡guau, estoy aquí! Creo que quise ser actor desde muy joven pero nunca soñé en trabajar en Hollywood y menos hacerlo al lado de Julia Roberts.
--¿Hay mucha diferencia entre trabajar en el Reino Unido y en Hollywood?
--Creo que hay más semejanzas que diferencias. Los snacks son bastante mejores en América (bromea).
--¿Cómo llegó al proyecto de Gaslit?
--Se acercó Matt Ross, que iba a dirigir esta loco relectura del 'caso Watergate', con Sean Penn y Julia Roberts y era todo lo que necesitaba escuchar realmente (bromea). Pero me dieron este personaje fascinante y este punto de vista tan interesante de la historia que, la gente cree conocer más o menos, pero hay muchas sorpresas.
--¿Cree que todavía hay gente que podrá descubrir nuevas cosas acerca del caso Watergate con la serie?
--Estoy casi convencido. Sobre todo, por la historia de Martha Mitchell, cuan invisible ha estado y como la Administración trabajó para silenciarla y controlar la narrativa. Es muy fascinante. También la historia de John Dean creo que no ha sido explorado con este tipo de profundidad, la de Frank Wills, el guardia de seguridad que vio eso pasar claramente. En definitiva, la de todos esos personajes sobre los que en ningún momento se puso la atención. Pasados ya 50 años las observamos.
--¿Cree que puede hacerle recordar al espectador cómo funcionaba o funciona la política?
--¡Como funciona, exacto! Algunos piensan que es una historia muy estadounidense pero hay muchas semejanzas con muchísimas administraciones de todo el mundo. Hay muchas personas atraídas por el poder, que quieren estar cerca del poder y los compromisos éticos y morales que están dispuestos a superar para estar allí. Es universal.
--Pero uno piensa en el Watergate y en la campaña orquestada por Gordon Liddy y puede pensar que era una política muy agresiva, ¿diría que es más o menos que ahora?
--Las campañas políticas siempre han sido agresivas, tal vez ahora tenemos una ventana más abierta para ver qué pasa. No sé qué podemos hacer para que los políticos se detengan. Pero el nivel de corrupción es exactamente el mismo y han existido este tipo de escándalos en las administraciones, se hayan judicializado o no.
--Dice que no sabe cómo cambiar eso, ¿pero podemos cambiarlo?
--Espero.
--Y por mucho que los veamos como personas corruptas y amorales, ¿cree que todo el mundo puede caer en la tentación como le pasó a John Dean? ¿Son realmente gente mala?
--No sé si esas personas son gente mala, ellos tratan de hacer lo que creen que es correcto, al menos lo que está bien para ellos y no siempre es lo correcto. Pero cualquiera, en un estrato de poder, es capaz de este tipo de corrupción si lo persuaden.
--¿Y en el cine también hay corrupción y gente capaz de hacer lo que sea para escalar posiciones?
--¡Claro! En cualquier lugar hay personas superambiciosas que comprometerían sus valores para conseguir lo que quieran. Es una triste realidad.
--Su personaje tiene ese nivel de ambición, pero ¿cómo definiría su personaje? Porque tiene algo de gracioso, pero de que tiene conflictos morales también.
--Me alegra que lo digas, porque hay algo de humor y absurdidad en él, así como un serio y dramático estado y consecuencias que vive. Es un papel e historia muy interesante por el que navegar.
--Además es algo torpe con sus relaciones.
--Sí, una de las cosas interesantes también ha sido su relación con su esposa y cuán fundamental fue para su historia y su situación. Es algo en lo que tampoco se puso en el foco, qué pareja formaron, y desaparecieron del imaginario y continúan casados, viviendo en California y ellos mismos dicen que ese momento fue muy importante para su relación y que podemos ver en la serie.
--De hecho, una de las partes más importantes de la serie son los personajes femeninos de la historia, sobre todo de Martha Mitchell. ¿Cree que no sólo la historia, sino que la ficción puede ayudar en poner el foco en las mujeres relevantes de la humanidad y de la que apenas se ha hablado?
--Sí, mucho. Hay muchos personajes que han sido ignorados, apartados. Desde Martha Mitchell a su hija, no piensas en ellas cuando hablas en el 'caso Watergate', pero tuvo consecuencias, o la de Maureen Dean. No son nombres que asocias con el caso de forma inmediata pero tradicionalmente la historia fue contada por los hombres de traje gris de Washington y algunos periodistas de la ciudad y no por las feministas. Es una gran aproximación.