La actriz Cayetana Guillén Cuervo / GERALDINE LELOUTRE

La actriz Cayetana Guillén Cuervo / GERALDINE LELOUTRE

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Cayetana Guillén Cuervo: "La sociedad necesita mirarse al espejo y ver dónde fallamos"

La actriz presenta en Barcelona #PuertasAbiertas, una reflexión sobre los miedos y los prejuicios

15 mayo, 2021 00:00

Cayetana Guillén Cuervo es una mujer comprometida con el trabajo y con la sociedad en la que vive. Lo ha mostrado en diversas ocasiones y una vez más vuelve a hacer lo que mejor sabe hacer, subierse a un escenario.

La actriz protagoniza junto a Ayoub El Hilali #PuertasAbiertas, que llega al Teatre Romea de Barcelona hasta el 6 de junio con la voluntad de sacudir conciencias. Escrita por la periodista Emma Riverola y dirigida por Abel Folk, trata los prejuicios e interrogantes sobre el terrorismo islamista.

Miedos y prejuicios

La obra transcurre en París durante la noche del ataque terrorista a la sala Bataclan en noviembre de 2015. En medio del caos, la obra junta a dos miembros de comunidades enfrentadas que iniciarán un diálogo en el que se cuestionarán los tópicos y miedos que acarrean cada uno de ellos.

La intérprete defiende con toda su alma el compromiso y el mensaje de un montaje que anima abrir puertas en época de encierro debido a la pandemia, pero sobre todo a estar atentos a uno mismo y plantearse si uno es tan tolerante como piensa.

--Pregunta: ¿Cómo llegó a la obra?

--Respuesta: Porque me lo ofreció Focus y Abel Folk, que me mandaron el texto. Yo no tenía muchas ganas de hacer teatro, pero al recibirlo vi que era una maravilla y decidí que necesitaba hacerlo, que quería contar las cosas que el texto cuenta porque son muy bonitas e importantes.

--La califica de bonita, pero sucede en un contexto aterrador. Los atentados de París de la sala Bataclán. ¿Qué la hace bonita?

--Habla de algo que todos reconocemos: los miedos y los prejuicios, de que lo importante es escuchar las razones del otro para poder comprenderle y entender la diferencia, dedicándole un tiempo y parándonos a escuchar.

--Todo en un escenario donde reina el caos.

--Durante los atentados de la sala Bataclan surgió un hashtag que se hico viral, #PuertasAbiertas, para que la gente no se quedara en las calles. Julie abre su puerta y entra un chico árabe de 30 años. Entonces le asaltan todos los prejuicios que asaltan a los espectadores, pero ella también tiene sus propias historias, sus propios miedos que se van sabiendo a lo largo de la función. La emoción transita de un personaje a otro, hay muchos giros de guion, una puesta en escena muy inteligente y al final se convierte en una función muy mágica, a pesar de todo lo dura que es. A la gente le encanta. Estamos teniendo un éxito como pocas veces en la vida y hay que disfrutarlo.

--¿Hay algo de catártico?

--El teatro desde luego permite catarsis, reflexión, alimentar el espíritu crítico, enfrentarte a tus propios problemas y sensibilidades. Por eso le gusta a la gente, porque es una función espejo, se está viendo a sí mismo con sus prejuicios, reconociendo todos los fallos que comete. Los espectadores se llevan un mensaje estupendo sobre la necesidad de la empatía sana y buena. Habla de cómo el amor es terapéutico. Todo son cosas constructivas desde el debate y un texto inteligente.

--En estos días que se cuestiona tanto la inmigración, los mena. ¿Cree que la política juega mucho con los miedos?  

--Sí, claro. Es una sociedad que necesita reflexión, debate y que le pongan contra las cuerdas y frente al espejo y que vea dónde estamos fallando. Lo que tenemos siempre al frente es un ser humano delante que nos da su mano para ayudarnos y eso se ha visto con la pandemia. Nos tenemos los unos a los otros y nada más.

--¿La obra crees que cobra otra lectura en Barcelona?

--En Barcelona, estamos en el Teatro Romea, que está al lado de donde sucedieron los atentados de las Ramblas. Esa noche que contamos de la noche de París, ese horror es el mismo que se vivió aquí. Es un terror cercano. Sabemos de qué nos está hablando. La función habla siempre de cosas que reconocemos de vulnerabilidad, de la diferencia, de las heridas que todos tenemos y que no es la misma en una persona que en otra. El dolor nos une y nos entendemos también a partir de ahí.

Cayetana Guillén Cuervo durante la rueda de prensa / EP

Cayetana Guillén Cuervo durante la rueda de prensa / EP

--¿Le ha obligado a enfrentarse a sus miedos?

--Yo me he sensibilizado mucho. Me he dado cuenta de que vamos por la vida con una actitud muy soberbia sin darnos cuenta. Pensamos que está todo controlado, que somos antirracistas, tolerantes, comprensivos…Tal vez ahora esté más sensibilizada. Ayoub El Hilali, que es un actor catalán, de Cornellà de Llobregat, pero de origen marroquí que me ha puesto en contacto con todos los hermanos, musulmanes, colectivos y gente muy formada, muy intelectual que lucha porque estas segundas generaciones de inmigrantes crezcan completamente integradas en una sociedad que a veces no los acepta, donde hay una islamofobia y un racismo tremendo.

--Hablando de miedos, ¿cómo le ha afectado la pandemia?

--Me ha afectado en todo. Vivimos en una época muy extraña. Pero la cultura ha dado un ejemplo enorme de generosidad, de solvencia, de solidez al lanzarse a acompañar artísticamente a través de las redes sociales a los espectadores que nos siguen y necesitamos. Todo el mundo se lanzó a regalar un poema, una canción. Las redes fueron el nexo de unión. Los actores, los técnicos, el público nos hemos comportado de una manera muy responsable para mantener la cultura viva porque se ha de mantenerla bien porque sino es muy difícil levantarla. Desde aquí mi agradecimiento a todos ellos por haber continuado. A mí misma, que podría haber pensado, “yo me quedo con mi familia, que tengo miedo de contagiar a mi madre, a mi hijo”, pero sabía que tenía que seguir porque mucha gente come de ahí.

--¿O sea, tuvo algo de miedo de subirse al carro?

--Nunca, yo soy de familia de actores y the sow must go on. Una función aceptada, pase lo que pase, tiene que seguir. Que no son solo los actores sino mucha gente que come de esto.

--Comentaba el papel que han tenido las redes en esta pandemia, ¿qué relación tiene usted con ellas?

--Me encantan. Soy muy activa. Te conecta con mucha gente. Uso Instagram, no Twitter, y sé lo que hacen mi familia, mis amigos, puedo seguir a gente que me aporta cosas, es un punto de encuentro.

--¿Cómo la ha acogido Barcelona?

--Llevamos dos días y ha sido maravilloso y muy cálido. Y mi experiencia con los medios aquí es muy buena. Yo tengo un poco de trauma de decir algo en un determinado contexto y de repente que se saca de allí, se pone el titular y pierde todo el sentido a lo que has dicho.

--¿Proyectos en cartera?

--Seguir con #Puertas abiertas, Atención obras y Versión española en La2. Ya cuatro cosas no me caben. He intentado meter alguna otra cosa de ficción, pero no ha salido, no la he sabido defender.