Anabel Pantoja y Yulen Pereira se encuentran en Ibiza con Omar Sánchez y Raquel Lozano

Finalmente, ha sucedido lo inevitable: Anabel Pantoja y Yulen Pereira se han encontrado con el ex de la influencer, Omar Sánchez, y su nueva ilusión, Raquel Lozano, en Ibiza. La pareja de supervivientes pusieron rumbo a la isla pitiusa tras su viaje a Egipto, coincidiendo, casualmente, que allí se encontraba el Negro y la exgran hermano. 

Tanto Anabel como Omar han entrado en directo esta tarde en Sálvame para confirmar dicho encuentro, que se ha producido este mediodía en el famoso hotel y restaurante de la isla, Ushuaïa Ibiza. Según han contado, el futuro concursante de Pesadilla en El Paraíso y su nuevo amor se encontraban allí con Kike Calleja, que tenía un reservado.

Encontronazo

Por su parte, la pantojita también tenía una reserva para comer allí, pero como ha visto a su exnovio de lejos en el lugar, ha decidido irse por donde ha venido para evitar que la prensa hable de más sobre esta curiosa coincidencia. Más llamativa resulta si se tiene en cuenta que ambas parejas están hospedadas a escasos 200 metros --dos minutos de distancia-- la una de la otra. 

"Cuando he visto que estaban arriba, he decidido irme al ser yo la segunda que he llegado, pero a mí nadie me ha echado, ni yo he huido", ha confesado Anabel a sus compañeras de Sálvame. Además, también ha querido dejar claro que ella no ha seguido a su ex ni ha ido a la isla por él.

Felices los cuatro

"Voy cada año porque mis amigos Juan e Iván me invitan", ha explicado. Este año, sin embargo, ha decidido llevarse a su nuevo novio, después de pasar una semana de ensueño por Oriente Medio. Ahora, la pareja viaja por la isla a sus anchas, aunque con el temor de encontrarse por ahí a Omar y Raquel.

Ellos, por su parte, han confirmado que ya tenían el viaje programado desde hacía tiempo. La exparticipante de Gran Hermano llegó a la isla la primera, mientras que el Negro lo hacía el último. A pesar de que ellos todavía no han confirmado ningún tipo de relación oficial, las imágenes que han dejado indican todo lo contrario: abrazados y acaramelados mientras pasean por un destino idílico.