Crónica Directo lo avanzó hace casi medio año y este noviembre se ha confirmado. Inés Arrimadas y Xavier Cima han puesto fin a seis años de relación, fruto de la que han nacido dos hijos.
No ha sido una decisión sencilla. Sus allegados explican que los dos han hablado mucho, se han dado múltiples oportunidades y que, ante todo, priorizarán la crianza de sus dos hijos en común. Tienen claro que el divorcio tiene que afectar lo menos posible a los dos pequeños, ya totalmente integrados en Jerez de la Frontera. La familia se quedará en la ciudad andaluza, de donde la exlíder de Ciudadanos es oriunda, donde es habitual verlos juntos.
Ejemplo de amor que rompe barreras
La relación entre Arrimadas y Cima ha sido ejemplo de pareja que preserva su intimidad sin llegar al extremo. Los dos han posado ante las cámaras, pero mantienen el perfil bajo especialmente por Álex y Marc, sus dos pequeños.
También han sido ejemplo de que las ideologías no pueden con el amor. Él estaba en el Parlament por CiU, el partido nacionalista con el que militó hasta 2016, cuando conoció a Arrimadas al inicio de su carrera política con Ciudadanos. Lideró el partido primero en Cataluña y, después, en España tras el paso atrás de Albert Rivera. Aunque la formaciín fue el azote del nacionalismo catalán durante años, no impidió que el amor que ahora ha acabado surgiera.
Una crisis de pareja larga
Han sido seis años de absoluta discreción en el que él dejó todos sus cargos en el ayuntamiento de Ripoll en el que fue concejal por nueve años y se fue al sector privado. Arrimadas y Cima vivieron en Barcelona, en Madrid y se trasladaron a Jerez de la Frontera tras la debacle del partido naranja. Aunque era habitual ver al empresario por la capital, donde desarrolla buena parte de su carrera profesional en la consultora Year One Partners, con sede en el paseo de la Castellana.
Entonces estaban inmersos en la crisis que ha llevado al divorcio. Fue el pasado abril y han luchado durante meses para superar sus problemas. Pero, finalmente, han decidido romper e intentar cultivar su amistad en beneficio de sus hijos.
Último verano juntos
"Cualquiera que tenga hijos en una ciudad lejos de los abuelos sabe lo difícil que se vuelve conciliar cuando ellos no están cerca", expresaba Arrimadas en las redes sociales, donde celebraba poder pasar "más tiempo con los hijos" y sus padres, que son "mayores" en abril.
Entonces ya se apuntó que la relación estaba rota. Aunque los mismos interlocutores insisten en que no ha habido terceras personas implicadas en este divorcio, otras voces apuntan a que la política se había acercado a otro diputado de las Cortes mientras compartían actividad en la pasada legislatura.
Los hijos, primero
Estas vacaciones, la pareja ha tratado de pasar el mayor tiempo posible juntos, incluso han compartido imágenes en familia, con los hijos, para demostrar su buena sintonía. Sus allegados explican que entonces ya no eran pareja, pero que hasta el inicio del nuevo curso han vivido bajo el mismo techo. Fue en ese momento cuando decidieron explicar que habían decidido separar sus vidas.
Pero, además de intentar mantener una relación de amistad, han explicado que cultivar un clima de confianza es indispensable para la crianza de dos niños que son muy pequeños. Mantienen la visión de cómo debe ser su educación y otras cuestiones básicas, como que se mantendrán alejados de las cámaras y que se limitará su exposición pública incluso en las redes sociales de la familia.
Cima vive en Madrid
A pesar de esta total discreción, la noticia ya es un secreto a voces. Arrimadas y Cima han roto. El catalán sigue viajando a Jerez a ver a sus hijos, pero vive en Madrid. Arrimadas sigue en Andalucía, con su familia y apartada de la familia.
Las dos partes implicadas en la ruptura han declinado hacer ningún comentario al respecto.