Inés Arrimadas y Xavier Cima han usado sus respectivas redes sociales para mostrar la buena relación que mantienen pese a su distanciamiento. La exlíder de Ciudadanos y el empresario tienen en común dos hijos que viven en Jerez de la Frontera desde abril, donde se mudaron para estar cerca de la familia materna.
Los dos pequeños son una prioridad para ambos padres, señalan desde el entorno de la pareja, y propicia que mantengan una buena relación en lo público y en lo privado. El clima de confianza que consideran indispensable para abordar la crianza de unos pequeños que, desde el primer día, han estado alejados de las cámaras y de la popularidad que consiguió su madre a lo largo de una trayectoria política que ella misma decidió terminar con el fin de la legislatura en las Cortes.
La discreción de Arrimadas y Cima
Los mismos interlocutores explican que Arrimadas y Cima se han separado y que mantendrán el mismo perfil bajo en su nueva etapa personal que han mantenido a lo largo de su relación. Ambos se conocieron en el Parlament cuando él todavía era diputado de Convergència y ella empezaba en Ciudadanos. Ya en ese momento llevaron su relación con absoluta discreción y lo poco que se ha conocido ha sido lo que ellos mismos han querido mostrar en sus redes sociales, como la decisión de compartir las imágenes de su boda o anunciar el nombre que habían elegido para sus hijos.
Arrimadas ha hablado de su pareja ante las cámaras en contadas ocasiones y, según los mismos interlocutores, guardaba su vida privada con gran celo incluso con los compañeros de partido con los que tenía menos confianza.
Jerez, Madrid, Barcelona y Ripoll
Hasta que la exlíder de Ciudadanos anunció que se instalaba en Jerez de la Frontera, compartían su vida conyugal entre Madrid, Barcelona y Ripoll, donde vive la familia del catalán. Cuestión que les habría pasado factura y que explicaría un distanciamiento que empezó hace meses.
Sus allegados explican que Cima viaja con asiduidad a Jerez, donde están los pequeños, aunque sigue con su vida en la capital de España. Fue concejal en el Ayuntamiento de Ripoll y diputado en el Parlament por CiU. Acabó antes con su trayectoria política, coincidiendo con el inicio del procés, y montó su propia consultora empresarial. Constituyó hace un año Year One Partners, con sede en el paseo de la Castellana.
Tras la disolución de las Cortes y su decisión de dejar la formación naranja, la política andaluza se ha quedado en su tierra natal. ¿Volverá a triunfar el amor entre ambos? Son muchos los que esperan que esta pareja que demostró que el amor nunca está supeditado a unas siglas políticas se puedan dar otra oportunidad.