La plaça del Diamant ha sido, y sigue siendo, uno de los epicentros de la famosa fiesta mayor del barrio, que se celebra durante la segunda quincena del mes de agosto. Es allí donde Natalia, también conocida como Colometa, conoce a Quimet. Actualmente, puede verse en la plaza una pequeña escultura de Xavier Medina-Campeny que representa a la protagonista.
En la calle Montseny número 9 se encuentra, en la última planta, el piso al que, según la novela, van a vivir Quimet y Colometa después de casarse en la iglesia de San José, en la plaza Lesseps, donde contrajo matrimonio, también, la propia Rodoreda. Es en este piso donde tiene a sus dos hijos, donde cría las palomas y donde escuchará, abrazada a sus hijos, los estruendos de los bombardeos.
Con su segundo marido, Colometa, que recupera su nombre original de Natalia, se va a vivir a la calle Berga, justo por encima del mercado de la Llibertat y a muy poca distancia de la calle Gran de Gràcia. Esta calle era en la época, según relata Rodoreda, una frontera entre una zona humilde, casi mísera, y otra más aburguesada. La plaza de la Virreina, la Fundació Orfeó Gracienc (Astúries, 83), la calle Torrijos, la calle Torrent de l'Olla, el antiguo Café Monumental (Gran de Gràcia, 25), el mercado de la Abaceria Central o el Park Güell aparecen también en la obra de la escritora.
La novela fue llevada al cine en 1981 por Francesc Betriu y protagonizada por Lluís Homar y Sílvia Munt. Muchos de los escenarios mencionados en la novela se respetaron en la adaptación cinematográfica.
Otra novela de Rodoreda, El carrer de les Camèlies, también toma su nombre de la geografía del barrio de Gràcia. La calle se encuentra en el extremo norte del barrio y es el escenario del principio y el final de la novela. Cecilia Ce, la protagonista, es abandonada a las puertas de una casa de esta calle cuando apenas tiene tres meses y aquí pasará los primeros años de su vida. Durante el resto de la novela se relatan los avatares de Cecilia por el centro de la ciudad, donde ejercerá de prostituta. Desengañada, volverá, años después, a la calle de las Camelias en busca de la infancia perdida.
La ruta continúa por los escenarios de Aloma (1937), una novela con importantes tintes autobiográficos que reescribió en 1969. Esta obra se sitúa en el centro de la ciudad, sobre todo en la plaza de Catalunya, en Las Ramblas y en el paseo de Gràcia.
En Mirall Trencat (1974), la mansión familiar de los protagonistas tiene una gran relevancia y recuerda mucho a la torre Farriols. Esta casa, que contaba con un amplio jardín, se encontraba en el número 26 de la calle Manuel Angelon, la misma calle en la que nació y pasó su infancia la escritora.
Un buen lugar para finalizar la ruta es en la Fundació Mercè Rodoreda, en las instalaciones del Institut d'Estudis Catalans (Carme, 47), donde puede verse una muestra de su archivo personal. También, se encuentra el pequeño jardín que lleva el nombre de la escritora, donde se cultivan flores y plantas que aparecen en su obra.