60 años hace ya de la publicación de uno de los libros que más han marcado la literatura catalana del siglo XX. Más de medio siglo se cumple desde que Mercè Rodoreda sacara La plaça del Diamant.

Para quien no la conozca, la historia sigue la vida en la posguerra de la joven Natalia quien, a causa del hambre, se ve obligada a casarse con un hombre al que no quiere y por el que renuncia a su propia identidad, aceptando que la llamen Colometa. Un relato sobrecogedor de las consecuencias de la Guerra Civil que el franquismo no supo ver y dejó publicar.

Efeméride

El mismo 13 de abril, día exacto de la efeméride, Audible quiso conmemorar a la escritora catalana con el lanzamiento del audiolibro de la citada novela. Esta vez, con una narradora de lo más especial, Miranda Gas.

La actriz participa por segunda vez en esta experiencia de grabar un libro para un lector-oyente, un trabajo que dice estar alejado del suyo por varias razones. La primera, señala, porque no se trata de interpretar, pero a la vez se ha de poner énfasis en las entonaciones. Tampoco se ha de aprender ningún texto, cosa que sucede en el teatro. Pero mejor que lo cuente ella.

Entrevista a Miranda Gas / GALA ESPÍN -CRONICA DIRECTO

--Pregunta. Vuelve al audiolibro. ¿Cómo es esta experiencia?

--Respuesta. Muy chula. Este es el segundo que hago y me imagino que habrá diferentes maneras de encararlo en función del tipo de texto que estás narrando. En este caso hemos buscado un punto medio entre interpretarlo en el sentido de dar sentido al texto y de dejar que afloren un poquito las emociones que se desprenden, pero sin interpretar en el sentido de cómo lo harías, por ejemplo, para el teatro, de no hacer más florituras de las necesarias. Dejamos que sea el texto el que llega a quien lo escucha y que la emoción provenga de lo que vas recibiendo. No porque tú le envíes esa emoción ya digerida, sino de permitir que Rodoreda llegue desnuda con sentido común.

--¿Qué significa para usted 'La plaça del diamant'?

--Para mí es un orgullo y un reto enorme. No es qué signifique para mí ya, es qué significa en la cultura Rodoreda y este libro en concreto. Me cuesta expresarlo, pero como narradora es un reto tan grande… Porque ya no es sólo que sea el segundo audiolibro, sino que piensas que es Rodoreda y que es La plaça del diamant. Por eso he intentado bajarlo mucho al suelo. Supongo que cuando tienes más experiencia puedes dejarte ir. Para mí era muy importante no dejarme comer por un privilegio tan grande como este, por eso me lo he planteado con gusto, con la responsabilidad del reto, pero sin dejarme agobiar por la idea de cuán fuerte es leer La plaça del Diamant, porque si no, te quedas en casa y no lo haces.

--Para quien no conozca el libro, ¿qué le diría que es o qué se encontrará en esta novela?

--Es de estos libros que puedes disfrutar de la maravilla de entrar dentro de la cabeza de una persona. Nos narra la trayectoria vital de su protagonista, la Colometa, que es Natalia, y que va desde la juventud, en el barrio de Gràcia de Barcelona durante los años previos a la Segunda República, y hasta su madurez, cuando ya ha pasado la Guerra Civil. Vivimos su realidad y nos resulta fácil percibir la época.

Miranda Gas / GALA ESPÍN -CRONICA DIRECTO

--Pero ¿qué le cuenta al lector de hoy?

--Más allá de lo que le explica, que evidentemente le explica mucho, más allá de dar testimonio de una época, de un momento muy importante para nuestra cultura, para nuestra sociedad, para nuestra historia, más allá de eso, le proporciona el placer de leer una obra maestra, de tener la sensación de que está hablando una persona que existe. Lo que hace Rodoreda es prácticamente magia, entras dentro de la cabeza y de la vibración y de la percepción de la vida y de la existencia de la Colometa. Lo haces con una intensidad y con una profundidad que es difícil encontrar en otros libros. Es una experiencia superior.

--¿Y cómo es esa experiencia escuchada?

--Yo soy poco consumidora de audiolibro, me estoy introduciendo también, y creo que es maravilloso porque no compite con la lectura personal. Creo que son dos formas diferentes, al igual que una cosa es ir a ver teatro y la otra es leer teatro. Se trata de una experiencia muy chula porque te devuelve a la cosa esa de cuando éramos pequeños y nos contaban cuentos. Hay algo maravilloso de cómo trabaja la cabeza cuando te están contando historias y tú proyectas, tú completas el trabajo. Te puede agradar más un libro que otro, te puede agradar más una voz narradora que otra, la cuestión es permitirte que te atrapen y es muy recomendable, es muy chulo.

--¿Diría que es otra forma de interpretar?

--Desde el lenguaje técnico ellos le dicen narrar, estás narrando.

--Dónde sí interpreta estos días es en el teatro. Está en ‘La isla del aire’ junto a sus padres. ¿Cómo está siendo?

--Pues mira, lo vivo con mucho placer, porque como tú decías es trabajar en familia, con gente muy potente, con una calidad de interpretación y humana muy, muy, muy alta. Entonces, por lo general, siempre que estás rodeado de calidad acaba saliendo lo mejor de ti. Si lo permites y no te dejes agobiar, como decíamos antes. Yo poco a poco voy acumulando experiencia y creo que una de las cosas que te da la experiencia es permitirte bajar el volumen de las cosas que no ayudan al trabajo y dejarte contagiar por el talento que tienes alrededor.

Entrevista a Miranda Gas / GALA ESPÍN -CRONICA DIRECTO

--Y si con la Colometa uno sufre, su personaje en la obra tampoco es que pase por su mejor momento.

--Yo creo que es el sufrimiento de una persona. Yo estoy encarnando a un personaje que tiene unas heridas muy profundas, algunas compartidas con otros miembros de su familia y algunas propias, que elige o funciona a partir del mecanismo que todos conocemos: ocultar la realidad pretendiendo que duela menos. Claro que lejos de eso, el dolor, la herida se convierte en sufrimiento y trauma. Y el camino que hace, de alguna manera, a partir de las burradas de la abuela, que es el personaje que interpreta Núria Espert, poco a poco va liberando ese dolor poniéndole nombre, contando su experiencia, cómo se siente y cuáles son sus frustraciones y sus crisis. No deja de estar herida, pero de algún modo hace este camino hacia la liberación y el compartir.

--Un sufrimiento muy diferente al de la Colometa.

--Es que no tienen mucho que ver. Para empezar, la historia de Bea es muy dura, porque es una persona que sufre mucho, pero no pasa hambre. La Colometa es una persona que acompañamos en una época en la que pasa mucha hambre. Para mí estas dos cosas, ese contexto social y económico las diferencia tanto que está muy bien, porque son formas de tratar el dolor muy alejadas. No se me ha contagiado una de otra. Lo que se puede haber contagiado es que por la mañana estás grabando esto y el alma te vibra y está bien que el alma vibre para ir a trabajar en una materia como es la de La isla del aire.

--¿Vibra igual con el audiolibro que en teatro?

--Es otro tono. El Teatre Romea es relativamente grande y has de proyectar la voz. En la narración del libro, Yola Ledesma, de Mute, me daba una pauta muy buena y es que tú en el audiolibro estás hablándole a una persona y esa persona seguramente lleva los cascos, no puedes gritar, no puedes sobresaltarla. Al mismo tiempo debes articular y ser muy preciso con lo que dices. En teatro debes articular muy bien, debes ser muy preciso con lo que dices, pero la voz debe viajar hasta muy lejos, debe ser grande. Es muy diferente, pero es muy interesante aprovechar ambas vertientes de la emisión de voz y de la respiración que debes trabajar para que una se lleve lo mejor de la otra.