Un amor particular, "un musical atípico" con voluntad de desmontar prejuicios

El mundo de los musicales de autor empieza a ganar terreno en Cataluña. No hablamos sólo de las propuestas de Àngel Llàcer con La jaula de las locas o Cantando bajo la lluvia; también de los Ocaña de Marc Rosich; dels Pares normals, de Marc Artigau, La filla del mar, de Marc Sambola o L’alegria que passa, de Dagoll Dagom.

Comedias, dramas, músicas épicas, pop, coplas. El abanico de posibilidades del musical es amplio y variado y parece que, poco a poco, el público lo empieza a entender. De allí que espacios como el Teatre Condal, dirigido por Daniel Anglès, no dejen de apostar por él. Y ahora, también, un festival público como el Grec.

Un musical particular 

En el marco de este evento veraniego de la capital catalana de cultura aterriza, en el Paral·lel, del 20 de julio al 6 de agosto, Un amor particular, un texto de Jumon Erra y Daniela Freixas cargado de música pop, funk e incluso rap, que es producto de proximidad. Y es que la obra habla de dos personas muy de Barcelona, una del Raval y el otro de la zona alta, que se encuentran y tienen que superar los prejuicios que tienen el uno respecto al otro.

Su autor defiende que no juega con los clichés, sino que busca resquebrajar precisamente todas esas barreras que nos ponemos a la hora de conocer al otro en función de su aspecto o procedencia. Todo en una especie de “sitcom de Pixar”, cargada de música que lo aleja de lo que uno concibe como musical.

Crónica Directo ha podido hablar con sus protagonistas, Mara Jiménez y Xavi Navarro, para conocer las claves de este montaje que se basa en un caso real. Al director se le acercó en su día un hombre de la zona alta que quería aprender a hacer reír a su esposa para no perderla. Y de esas clases, esta obra.

Equipo de 'Un amor particular' GALA ESPÍN Barcelona

¿Por qué se aleja del musical?

Mara. Yo creo que es una propuesta quizás más arriesgada que lo que acostumbramos a ver en la escena musical. Es una propuesta reducida de personajes, de pequeño formato que, a su vez, tiene mucha potencia y que ocupa mucho el espacio.

Xavi: Este musical es muy real. No digo que los musicales como género no lo sean, pero este espectáculo está realizado en un momento determinado y un contexto cercano como la Barcelona contemporánea. Y esto es lo que le da como un valor añadido. Ayuda la conceptualización del espectáculo, donde los músicos no son normales, tienen alma, identidad propia. Y con unos dramaturgos vinculados al texto, que para muchos no va ligado. Todo esto hace que sea un musical atípico. Es más una comedia tirando a musical.

Comenta que la gente empieza a ver que el texto no está tan desligado de la música. ¿Cuesta aún sacar estos clichés del género de que es gente que deja de hablar para ponerse a cantar?

M: Sí, cuesta mucho

X: Sí. También es cierto que las grandes franquicias te dan una percepción del musical que distorsiona mucho lo que el género puede aportar. En Broadway se han hecho musicales que cuentan historias de verdad, que le pasan a la gente, donde la música es un hilo conductor, pero es tan sólo un además, pero la historia es la misma que podrías encontrar en La gaviota de Chéjov. Esto es lo que tanto a nivel de sector como a nivel de público debe acabar de entenderse.

¿Y por qué no lo acaban entendiendo?

M: Por muchas razones. Yo creo que la gente ya tiene una idea preconcebida de los musicales, ven uno que no le gusta y ya no quieren repetir. Se ha de entender que hay muchos tipos de musicales como hay muchos tipos de cosas en el mundo. Hay musicales que se les llama de pequeño formato, pero que en realidad es más cercano y que la grandeza que tiene es que son historias mucho más reales. Esto es lo que le pasa a este montaje. Tenemos una oportunidad muy buena, como actores y artistas, de aportar esta realidad a la escena, y que la gente venga a emocionarse con algo que le puede tocar.

Entrevista a Mara Jiménez y Xavier Navarro GALA ESPÍN Barcelona

¿Qué tiene ‘Un amor particular’ que la van a convertir en una obra cercana?

X: Lo primero que van a encontrar son dos personas absolutamente de carne y hueso, con sus virtudes, pero también con sus carencias y sus problemas, y de Barcelona. La temática local hace que la gente que venga seguramente conectará con alguno de los personajes, si no por él, porque conoce a alguien como ellos.

M: Desde la estética ya se desdibuja aquello que entendemos por musical. Es una comedia superdivertida, la historia es muy emocionante. Es una historia tan cercana, normal y real que me cuesta imaginar que el público no se pueda sentir identificado.

Ya que hablan de personajes, ¿qué tienen?

X:  Xavier es una persona que tiene una vida de éxito, pero éxito social, no personal. Él ha hecho siempre lo que socialmente toca hacer y llega un momento en el que se da cuenta de que está viviendo a través de la mirada o de los ojos de los demás. Por eso, decide tomar sus propias decisiones, gracias a todo el viaje que Ada le invita a hacer, que le ayuda a ser amor y señor de su vida.

M: Totalmente. Ada es un anti-sistema. Es actriz, vive en el Raval, nunca ha querido hacer lo que su familia le ha obligado a hacer, ni estudiar una carrera x ni formar una familia. Va en contra de todo lo que le dicen. Rompe las normas. Quiere vivir a su manera, pero parece que a la vida le va un poco en contra y siempre debe hacer sobreesfuerzos para seguir adelante. También algo terca, porque está convencida de sus valores y cómo hacer las cosas. En este viaje, se da cuenta de que hay momentos en el que debe ceder, porque hay veces que la vida te lleva por otros caminos. En realidad, es muy emocional, pero tiene encima una corteza para protegerse de que le hagan daño.

Vamos, que los dos personajes son algo rígidos. Y como dicen que son bastante reales, ¿somos demasiado rígidos en nuestro modo de ser y juzgar a los demás?

X y M: Totalmente.

X: Desgraciadamente, la sociedad nos hace tener unas corazas muy heavies, que hacen que sea muy difícil traspasarnos. Y, por otra parte, los prejuicios que hay destruyen vínculos. Las percepciones que tienes de la gente hacen que al conocer a gente hagas una radiografía probablemente muy equivocada.

M: Esto es algo que espero que la gente se lleve, que uno se vaya pensando, al ver cómo dos personas encuentran un punto en común. Pero romper con el pensamiento que tenemos del otro es muy difícil.

Entrevista a Mara Jiménez y Xavier Navarro GALA ESPÍN Barcelona

Como actores, también les cuesta salirse de este cliché de que son actores y actrices de musical o comedia.

X: A mí no me cuesta nada. Es cierto que en el sector te haces tú mismo la zancadilla. Pero somos intérpretes y lo que queremos es poder vivir a través de personajes y viven sus dramas y comedias con independencia de si cantan o no.

M: Precisamente, como intérpretes, la grandeza de nuestra profesión es hoy poder ser Xavier y Ada y mañana poder ser, no sé, Mario de Hoy no me puedo levantar, el que yo hago en Gordas. La grandeza de nuestra profesión es poder navegar por diferentes personajes que también nos permiten descubrir cosas con nosotros y fortalecer al público con nuestra propuesta.

¿Cómo ha sido meterse en este montaje? ¿Creen que rompe barreras?

X: Rompe barreras porque ha sido un proceso absolutamente virgen. Nosotros llegamos, teníamos cuatro líneas a nivel de perfil, no de texto, y, a partir de lo que nosotros le hemos podido aportar, con nuestra formación y vivencias, los hemos ido construyendo. Para mí es una de las valías más importantes que me llevo de la función y del proceso. Y si la gente que viene a ver el espectáculo, ve que no somos estereotipos, que somos intérpretes que, basándonos en nuestra vida y el personaje, lo hemos construido sin prejuicios, me encantaría.

M: Ha sido un viaje muy bonito. Precisamente porque hemos ido investigando. Ada y Xavi nacieron en el primer ensayo y nada tienen que ver con lo que son hoy ni con lo que serán mañana. Yo siento que la gente podrá verlo también en el escenario.