No todo gira en torno al fin de Sálvame, ni tan sólo la vida de Jorge Javier Vázquez. Un claro ejemplo es ver cómo el catalán se muestra preocupado por una de sus principales colaboradoras y amigas, Belén Esteban.
Telecinco ya ha anunciado que Jesulín regresa a la cadena. Primero, lo hará con Bertín Osborne en Mi casa es la tuya, poco después está previsto que se emita la docuserie en la que se prevé que repase toda su vida frente y detrás de las cámaras. En todos estos casos está previsto que habla de la princesa del pueblo.
Reacción
“Lo que más me sorprende de la reaparición del señor de Ubrique es la actitud de Belén Esteban. Tras unos años de calma absolutamente chicha, vuelve de nuevo esa Belén volcánica que escupe lava en forma de amenazas veladas, suspiros de mater amantísima y cabreos flamencos debidos a años de sonoros ninguneos”, apunta Jorge Javier en su blog.
En todo caso, el presentador llama a tener “cuidado” al respecto, porque “Belén, no puede hablar porque hay una persona que se lo ha pedido”, recuerda en clara referencia a su hija Andrea.
Contención
La de Paracuellos tiene a otra persona que trata de frenarla, “su marido, Miguel, que cuando ve que la Esteban está a punto de despendolarse le envía mensajes tranquilizadores al móvil”, añade JJ. “Hasta el momento están surtiendo efecto”, indica, ¿pero puede acabar realmente con su paciencia?
Su amigo reconoce sentir cierta “inquietud”, “porque últimamente está abonada al tremendismo”, asegura. Si bien afirma que el disgusto se le pasa tras salir del plató y hacer “unas trescientas llamadas telefónicas para desahogarse”, teme que “la reaparición de Jesulín en escena le va a provocar más de un disgusto serio”.
Explosión
Las razones son claras. El regreso del diestro a los ruedos televisivos “supone reabrir heridas, recordar desprecios, volver a transitar por una época de su vida que poco tiene que ver con la actual”, lamenta. Y “remover un pasado doloroso conlleva sufrimiento e impotencia”, concluye.
Lo único que le consuela y deja más tranquilo al de Badalona es que Belén tiene un suelo emocional estructurado y una familia que la protege y a la que hace caso”. “Porque de lo contrario sería como para echarse a temblar”, sentencia.