No por menos esperado ha dejado de sorprender. Rosalía ha vuelto a Coachella y ha dejado a los espectadores rendidos a sus pies. Y es que más allá de cantar algunos de sus hits de Motomami, ha hecho subir al escenario a Rauw Alejandro y ha hecho subir la temperatura con las canciones que cantan juntos.
La catalana reconoció ante el público que, si bien ya estuvo en 2019, “esta vez es muy especial”. La razón es que entonces “lo hice sola” detallaba, esta vez no. “¿Alguien ha escuchado RЯ?", preguntó a los espectadores antes de hacer subir a su novio para rematar el show.
Invitado especial
Si ya el público estaba entregado, el ambiente se caldeó cuando empezaron a bailar y cantar con el puertorriqueño Vampiro y Beso, canción en la que muestran que están comprometidos. Y por su fuera poco, Rauw versionó a Bad Bunny con un "Ella es Rosalía" que causó furor.
Los más de 120.000 asistentes al concierto en la ciudad desértica de Indio (California), no podían estar más en conexión con la de Sant Esteve Sesrovires que arrancó con Saoko y Bizcochito y continuó con otros tantos temas de sus dos discos más exitosos, Motomami y El mal querer. Todo ello acompañado de sus ocho bailarines y unas coreografías que quitaban el hipo.
Emoción a flor de piel
Si sus Bulerías emocionaron, con los bailes que se marcó para Despechá hicieron vibrar a los espectadores. Eso sin contar con las lágrimas que se le cayeron a más de uno cuando Rosalía versionó Héroe de Enrique Iglesias.
El público no fue el único que estaba encantado de estar allí, "Vuestra presencia me llena el corazón. Yo vengo desde Barcelona y por eso estoy muy feliz de estar aquí. (...) It's because of you that I'm here tonight (Por vosotros estoy aquí esta noche)", aseguró la cantante sobre el escenario. No le importó no ser cabeza de cartel como Bad Bunny y otros y no le hizo falta. Las redes todavía vibran con el show que ofreció.