La magia triunfó en la final de la última edición de Got Talent. Fue precisamente el mago catalán Jordi Caps el que se alzó con el gran premio del programa y una gran ovación de parte del público y del jurado. Con tan solo con cinco cartas y un solo juego consiguió que todas las mentes de los allí presentes estuviesen bajo su control.
Una apuesta diferente y única que no es más que el fruto de toda una carrera profesional dedicándose a la magia. Tras trabajar en el mundo de la hostelería, Caps decidió apostar 100% por la magia y, tal y como cuenta en una entrevista con Crónica Directo, no puede estar más feliz de haber apostado por su sueño de niño.
La magia, su pasión
Lo cierto es que su interés por el ilusionismo le viene de pequeño, ya que su padre se dedicaba a ello, aunque no profesionalmente. Por lo tanto, para él, poder cumplir el sueño de su progenitor lo es todo. Y más cuando se rodea de nombres tan sonados en el mundo de la magia como el Mago Pop o Mag Lari.
Jordi Caps se dedica a asesorar a otros magos, a organizar eventos privados para particulares y famosos, a enseñar magia a los más jóvenes pero, sobre todo, a compartir su ilusión por todo aquel que crea en la magia. Algo que, gracias a la proyección de haber ganado Got Talent, conseguirá de aquí en adelante.
--Pregunta: ¿Se esperaba ganar Got Talent?
--Respuesta: No me lo esperaba para nada. De hecho, no me esperaba ni el pase de oro en audiciones ni ser el más votado de España en semifinales ni mucho menos ganar. Pero conseguí las tres cosas, o sea que es todo un sueño. Fue una experiencia increíble que sin duda va a estar conmigo toda mi vida.
--¿Qué supone ganar un concurso de estas dimensiones?
--Es una franquicia a nivel mundial y todo el mundo conoce el programa, lo vea o no, así que es una puerta abierta muy grande a todo el mundo. Quizás antes pasaba más desapercibido, pero ahora todo el mundo me conoce, entonces mucha gente quiere en su evento de empresa o en su evento particular al ganador de Got Talent España. Es una facilidad más que tengo a la hora de poder repartir mi magia y compartir ilusiones.
--Los juegos de las diferentes pruebas estaban conectados entre sí. ¿Cómo se le ocurrió?
--Yo creo que el programa busca la originalidad y que no se haga lo mismo de siempre, así que después de tantos magos pasando por el programa tenía que crear algo único y diferente que no se hubiera visto en ningún otro Got Talent del mundo, así que decidí hacer un juego en tres pasos. Todo estaba relacionado y todas las mentes, las del jurado, las del público y la de todo el mundo en sus casas, estaban bajo mi control. En cada prueba no saben nada pero cuando explico lo que hice en el número final se dan cuenta de que sí, que es verdad que he estado jugando con todas sus mentes desde el inicio.
--El juego cuenta su historia personal.
--Sí, totalmente. La historia es la de mi padre, que es el que me introdujo ese gusanillo de la magia. Él es mago pero nunca se ha dedicado profesionalmente a esto. Yo desde pequeño veía cartas y pañuelos en casa y siempre decía que de mayor quería ser mago. Así que ver a su hijo crecer en el mundo que él siempre ha soñado y poderse dedicar a la magia profesionalmente y no solo eso, sino poder ir ganando pequeños y grandes premios y reconocimientos, yo creo que es lo máximo para un padre, y luego para mí, obviamente [risas].
--¿Por qué decidió presentarse a Got Talent?
--La verdad es que no tenía pensado ir, pero fue por culpa del covid, o más bien gracias a él [risas]. Estuve dos años y medio, como todos los artistas y todo el mundo de la cultura, sin poder ejercer y sin ingresar nada, así que fue un palo muy duro. A partir de ahí tuve que comenzar casi de cero, pero como sabía lo que era no tener nada dije: "Ahora vamos a por el todo".
--¿Puede ser que alguien le animase a presentarse?
--Bueno, en realidad todo lo contrario. No conocía a Risto Mejide personalmente, pero me contrató como cualquier cliente para un evento y después de la actuación, ya que lo tenía delante, le pregunté: "¿Oye, tú irías a Got Talent?", y me dijo: "Tú no lo necesitas".
--Menudo piropo.
--Eso fue una satisfacción para mí, porque era como: "Pues sí que hago un buen trabajo". Fue lo máximo que una persona como él, a la que admiro y respeto profesional y personalmente, me diga eso. Entonces, me quedé feliz, pero luego vino lo del covid y pasó lo que pasó y dije: "Pues nada, no hago caso a Risto y me presento" [risas].
--¿Cree que el programa es un buen lugar para dar visibilidad a la magia?
--Totalmente, es una experiencia que aconsejo, sobre todo a los jóvenes que quieran avanzar en su ámbito. Yo creo que pisar ese escenario y vivir esa experiencia te da la tablas para ir a cualquier sitio. Es una experiencia que te hace crecer muy aceleradamente y que no vas olvidar nunca, tengas el resultado que tengas.
--¿Es diferente hacer magia en la televisión para un gran público que la magia de cerca?
--Se han presentado magos con grandes ilusiones, que son los aparatos más grandes, pero yo gané con mi especialidad, que es la magia de cerca. Para mí es una de las especialidades más difíciles porque tienes al público y las cámaras muy pendientes de todos tus movimientos. Pero a la vez es en la que me siento más cómodo por la proximidad, por el trato con el cliente, por conectar antes con el público...
--¿En qué momento decidió dedicarse al 100% a la magia?
--Yo estudié turismo, trabajé en hostelería, llegué a ser director de un hotel... pero siempre lo había compaginado con la magia, porque siempre ha sido mi pasión y mi vocación. Pero hay un momento en la vida que tienes que decidir, porque muchas veces me llamaban para espectáculos y tenía que decir que no porque trabajaba. Así que al final me decidí a cumplir mi sueño de pequeño y ahora puedo presumir de hacer lo que más me gusta, haciendo eventos tanto a nivel particular, como a nivel de empresa, sesiones lúdico formativas para empresas, coaching con magia...
--¿En qué consiste eso exactamente?
--La gente entiende la magia como un simple juego y realmente no es eso. La magia es un arte y detrás de ese arte hay un sinfín de habilidades y de valores que no se ven: comunicación, empatía, liderazgo, creatividad, resiliencia, la capacidad de superar los errores, estudio, sacrificio, practicar, practicar y practicar hasta que te salga... Hay miles de valores que si los aplicáramos a nuestro trabajo o a nuestra vida diaria, nos ayudaría a ser mejores y conseguir nuestros objetivos.
--¿Cree que la gente considera la magia algo banal o friki?
--Sí, aunque ser mago o ilusionista es una profesión como cualquier otra y pagamos como todos los autónomos [risas]. Pero sí que es verdad que está el concepto de mago de comunión --sin desmerecer a nadie porque yo también hago--, pero es la magia del pañuelito, de la cuerdecita... y creo que la gente se ha cerrado aquí y ya solo tiene esa imagen. Pero la magia es muchísimo más: no es solo para niños, sino que incluso se puede hacer magia a grandes personalidades.
--¿A cuáles les ha hecho usted?
--A mi me gusta hacer magia a todo el mundo, pero sí que en ocasiones me ha tocado clientes que cuando los ves dices: "Wow". Muchas veces no sabes para quién vas a trabajar y cuando los ves allí te impresiona muchísimo. He tenido la suerte de hacer magia de tú a tú a Messi, a la familia real de Arabia Saudí, a Charlize Theron... Puedo hacer magia desde una fiesta privada de un famoso, pasando por hospitales o incluso he hecho magia en el aire.
--¿Y cómo es hacer magia en el aire?
--Fue en el avión más grande de pasajeros del mundo de Barcelona a Dubái, en la última planta, que hay un bar. Yo le preguntaba a la gente: "¿Cuál es tu destino preferido?", y cambiaba las cartas por destinos: Dubái, Barcelona, Tokio, Buenos Aires, Sidney o Singapur. Personalizar la magia también es interesante: cuando actuamos en eventos corporativos, hacemos que la carta que están pensando se convierta en el logotipo de la empresa o en el producto que quieren promocionar.
--Se ha rodeado de grandes nombres del mundo de la magia.
--Sí, soy el profesor de la escuela de magia del Mag Lari y he tenido la gran suerte de hacer la asesoría creativa de magia para los programas de Netflix del Mago Pop. Rodearte de grandes compañeros, magníficas personas y extraordinarios magos también te ayuda a crecer, porque la magia es un mundo que no tiene fin.
--¿Cómo es de dar clases o enseñar magia?
--Es toda una experiencia porque sobre todo la gente joven no tiene paciencia ni constancia y eso es incompatible con el mundo de la magia. Cuando ven algo difícil o les cuesta, dicen: "No, no, mejor vamos a otra cosa", y eso es todo lo opuesto a la magia.
--¿Qué es la magia para usted?
--La magia nunca ha pasado de moda y yo creo que la ilusión la necesitamos todos. La magia está para quien cree en ella y la puede ver en todas partes de la vida: desde que se abre una flor, sale el sol, tener un bebé... Todo es mágico, así que si tú quieres ver magia, tienes que creer en ella.