Hasta ahora sus rostros no eran conocidos por el público mayoritario. Pese a tener un hijo famoso y darle máximo apoyo en sus proyectos siempre han estado en un segundo plano. Sólo ha hecho falta que Shakira mencione la palabra “suegra” en su canción con Bizarrap y todos los ojos se han girado hacia los padres de Gerard Piqué.
Montserrat Bernabeu y Joan Piqué siempre han presumido de su discreción y de mantenerse al margen de la mediática vida de su hijo. La canción de la colombiana ha hecho saltar todo por los aires. Muchos llegan a señalar a la doctora de dejar su casa de los Pirineos a su hijo para ser infiel a la cantante ni dejar que, una vez rota la relación dejara entrar a Clara Chía en el chalet que tienen en Esplugues.
La suegra y los rumores
La situación es extraña, hasta ahora, la artista presumía de suegros en sus diferentes apariciones públicas cuando eran pareja con el catalán. Ahora, para muchos, son unos completos traidores. Luego está el tema de la bruja del balcón, pero eso ya alimenta la leyenda urbana.
Lo cierto es que estos dimes y diretes han tenido su efecto y han acabado con la calma que imperaba en la casa de los padres del exjugador del FC Barcelona. No solo está la prensa de la que tanto se queja Shakira, sino que ahora se apelotonan allí los fans.
A los gritos
La cantante los alienta. Aparece en su balcón a saludar y presume, justo en frente de sus suegros del éxito de su canción contra Piqué y del apoyo de sus seguidores. Lo peor es que estos mismos increpan a los familiares.
Sin abrir boca, ni siquiera clamar por un poco de respeto, ambos aguantan estoicamente los cánticos, críticas y reproches que les dedican los incondicionales de Shakira. Estos días se ha podido ver como los fans le gritaban a Joan Piqué por el Rolex, el Twingo y el Casio, cuando no le cantaban "tiene nombre de persona buena, clara-mente no es como suena", o coreaban el nombre de la cantante.