El artesano Aitor Saraiba

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Aitor Saraiba: “Se habla de artesanía, pero no se sabe quiénes somos; seguimos en segundo plano”

El bordador y ceramista hace un alegato a favor de la naturaleza y el mundo analógico en su 'Agenda mágica'

12 diciembre, 2022 00:00

Aitor Saraiba escribe, dibuja, hace cerámica y cose. En la última década sus exposiciones le han llevado alrededor de todo el mundo, de Los Ángeles a Tokio, pasando por Portugal, ItaliaReino Unido. El artesano lanza este año su propia Agenda mágica, un compendio de leyendas, personajes, diosas y dioses, plantas y cele­braciones ancestrales. Mes a mes, estación a estación, la agenda conecta con el entorno, ya sea en una gran ciudad, o bien en mitad del campo.

Una llamada al regreso al mundo analógico. "No nos damos cuenta de cómo el paisaje de nuestra ciudad va cambiando por cada estación. No somos conscientes de ese ciclo que, aunque nosotros no lo observemos, sigue haciendo su trabajo exactamente igual que lo hacía hace 100 años", expone el bordador en una conversación con Crónica Directo

--¿Cómo surge la creación de una agenda mágica?

--Siempre he sido usuario de agendas porque para mí el acto de escribir a mano y de ordenar todo en un cuaderno es una cosa meditativa, es lo primero que hago por la mañana y lo último que hago por la noche. Dejar las cosas por escrito permite que mi cabeza piense en lo que realmente es importante. Por otro lado, me encantaba la idea de hacer una agenda mágica porque mis cuadernos se iban llenando sin querer de ese tipo de cosas: qué planta crecía en cada momento o a qué personaje mítico de la península ibérica le había pasado algo en particular. Realmente la agenda nace de mis propios cuadernos que yo usaba como ejemplo.

--¿Por qué una agenda?

--Cuando apuntas en una agenda dejas fuera las pantallas y ese momento es un regalo. La agenda contiene post-its, pegatinas, recortables… es una invitación al mundo analógico en un mundo en el que estamos delante de las pantallas. La agenda es esa ancla con la realidad que va más allá de la tecnología. Me gusta mucho al final del año ojear la agenda y ver todos esos momentos por los que he podido pasar. Es un mapa de tu historia personal

--¿De dónde le viene el interés por la magia?

--En toda mi obra, en la cerámica y los bordados, siempre está esa influencia por el misticismo popular. Más allá de las supersticiones están esos mitos que todos tenemos de nuestros pueblos y regiones. Desde muy pequeño me he criado en un ambiente que era realismo mágico y todo eso aparece en mi obra desde el primer momento. Esto era un poco ordenar todas esas ideas o investigaciones tímidas que había hecho y compartirlas con todas las personas.

El artesano Aitor Saraiba / PLANETA

El artesano Aitor Saraiba / PLANETA

--¿Qué expone en su trabajo?

--Hablo mucho de las plantas que crecen en ese momento del mes o el fruto. Es una cosa de la que estamos muy desconectados porque vas a un supermercado y puedes comprar un aguacate, una naranja y una fresa en cualquier momento del año. Yo quería crear conciencia sobre qué planta crece en cada momento, qué fruto y las cualidades mágicas que se creía que tenía. Tiene más que ver con el conocimiento y la celebración popular de esas cosas que vamos desnaturalizando o perdiendo de nosotros. Cada mes también abre con un hito que pasó a nivel histórico en ese momento. Muchos de ellos son personajes de la península ibérica y se recuperan ciertas historias que están olvidadas y he considera que había que resucitarlas. La agenda invita a mirar desde otro lugar, ver la forma en la que vivimos de otra manera.

--¿Qué historia le sorprendió más de las que ha compartido?

--La Vijanera es uno de los carnavales paganos más antiguos de Europa y se celebra en un pueblo de Cantabria, que es Silió. Allí todavía sacan 65 personajes que pertenecían al mundo pagano antes de que el cristianismo estuviera en toda la península. Son unos trajes maravillosos y ese Carnaval se celebra el primer fin de semana de enero. La agenda empieza justo con ese y me encanta porque es una cosa que está ahí y mucha gente no conocemos.

--Es algo que tenemos cerca y que mucha gente no conocerá…

--A veces nos ponemos a buscar cosas muy exóticas y al lado de casa tenemos cosas increíbles. Son cosas de las que nos hemos ido desconectando, pero no han desaparecido. Siguen formando parte de la naturaleza y del mundo en el que vivimos, aunque vivas en una ciudad. La agenda incluye un cuaderno de campo para que hagas observación de los animales y de las plantas de tu entorno. No hace falta vivir en el campo para esto. Hasta en Madrid hay plantas y animales. La naturaleza está en todos sitios. Yo invito a hacer la reflexión de ver qué hay en tu entorno, sea el que sea. De hecho, creo que es más especial para la gente que vive en las ciudades. Para mí, que vivo entre animales y plantas, es una cosa muy común, pero la gente que vive en las ciudades tiene que afinar el ojo. Es un ejercicio de observación extra que creo que puede ser muy bonito.

--¿Qué estilo de vida tiene?

--Yo vivo en mitad del bosque y no tenemos ni tuberías de cañería de agua. Nosotros tenemos un manantial y la única cosa con la que nos calentamos es la leña. Es mi forma de vida ahora, pero también he vivido en el centro de Madrid. Esta conexión con la naturaleza es más importante que la tenga la gente que vive en la ciudad que yo que vivo en el campo. Porque yo ya la tengo. Pero igual la gente que está en la ciudad no se fija en el momento en el que el árbol de su calle está cambiando las hojas. No nos damos cuenta de cómo el paisaje de nuestra ciudad va cambiando por cada estación. No somos conscientes de ese ciclo que, aunque nosotros no lo observemos, sigue haciendo su trabajo exactamente igual que lo hacía hace 100 años.

--También lanzó un libro de poesía.

--Es mi proceso creativo personal en el que se ve toda esta unión de la naturaleza, lo espiritual y el pequeño mundo mágico en el que vivimos cada uno.

El artesano Aitor Saraiba / INSTAGRAM

El artesano Aitor Saraiba / INSTAGRAM

--¿Cómo combina todas sus facetas?

--Para mí todo es un entramado. Es como tejer: se va tejiendo una cosa con otra. La gente que se ha acercado a mi libro, a la agenda mágica o a mis bordados va a ver que están totalmente unidos, solo que en soportes distintos. Para mí fluyen hacia el mismo lugar y luchan por los mismos valores.

--Ha ganado el premio ICON a Artesano del Año. ¿Cómo se siente con este reconocimiento?

--Ha sido el primer año que se ha dado ese premio y creo que ha sido algo revolucionario. Se habla mucho de la artesanía, pero no se sabe quiénes somos los que estamos bordando o haciendo cerámica; seguimos en un segundo plano. Después de 10 o 15 años trabajando el textil y la cerámica de mi ciudad, que es Talavera de la Reina, que de repente tenga un reconocimiento de este tipo y que sea el primer premio que han dado con esta categoría, no me lo podía creer. La sorpresa fue que el mismo día en Talavera de la Reina me dieron el premio a la misma categoría. Cuando te dan un premio así ves que ha valido de algo todo este esfuerzo. Llevo muchos años trabajando y, gracias a personas que intentan lanzar otro mensaje o dar otro punto de vista a la forma que tenemos de consumir, gente como yo puede vivir de esto.

--¿Qué implica?

--Sin el público no somos nada. Los premios vienen cuando el público los está exigiendo. A mí me han dado el reconocimiento porque hay gente que lleva apoyándome años a través de las redes sociales, mi tienda online y mis libros. Un premio viene avalado porque el público ha estado ahí cuando nadie sabía quién eras.

--¿Les falta más reconocimiento a los artesanos?

--Mi cerámica la he producido siempre en mi ciudad en una empresa familiar. Nunca se me ha ocurrido hacer mi cerámica en China o de forma industrial, me he mantenido con lo que creía que tenía que hacer. Ha habido momentos mejores y otros peores. Que de repente todo eso se reconozca y le de un valor es genial porque la industria textil va hacia camisetas de 1,90 euros. No te compres una camiseta de 1,90 euros porque algo oscuro y siniestro tiene detrás para que valga eso.

--¿Llega una nueva generación con otra mentalidad?

-- Para que las nuevas generaciones cambien, primero tenemos que cambiar nosotros que es de donde ellos van a aprender. No podemos exigir que la gente joven haga el gran cambio, la gente joven va a hacer lo que vea en la generación que hay por encima de ellos. Es muy importante que nosotros concienciemos desde cualquier ámbito.