Javier Gutiérrez regresa a la comedia con un viaje en el tiempo que ayuda a ver los cambios que han habido en España en apenas 40 años. No lo hace solo, sino junto a Carmen Machi y el cineasta Nacho García Vilella al timón.
El actor es el protagonista de Mañana es hoy, una película original de Amazon y sólo disponible en la plataforma, que pone en evidencia el talento del realizador para la comedia con cierto poso.
Comedia y fondo
Él mismo lo reconoce en conversación con Crónica Directo: “A mi me gusta siempre hablar de cosas serias y la comedia me permite hacerlo sin ser trascendente”. Aquí no sólo habla de viajes en el tiempo sino que cuenta una aborda temas “como las segundas oportunidades, la pérdida de seres queridos...”.
El director está convencido de que “a la larga la comedia deja más poso. No te das cuenta en el momento y tiene dos lecturas”. Y esta tiene más de una, un hecho que hizo que Javier Gutiérrez se apuntara a la aventura sin dudar. Así lo cuenta el actor a Crónica Directo.
--Pregunta: ¿Cómo ha sido viajar en el tiempo?
--Respuesta: Pues una experiencia aconsejable, sobre todo para ver cómo evoluciona la sociedad y lo rápido que vamos. Y a veces no hacen falta ni esos viajes para darse cuenta, en el día a día la vida de uno se transforma y no sólo a nivel tecnológico y lo hacemos a una velocidad altísima.
--De hecho, en la película el personaje que más cambia y se enfrenta a esa evolución de 30 años en cuestión de días es el suyo. ¿Lo ve así?
--Es un retrato de lo que vivimos a día de hoy. Antes los hombres éramos como los reyes del mambo, se pensaba el pilar fundamental, el sostén económico de la familia aunque siempre ha sido la mujer. Pero ahora, el empoderamiento de ella es algo irrefrenable y necesario que ya está. Esto se refleja muy bien en la película, como el rol de la mujer que hace 30-40 años estaba sometida a las decisiones del hombre de la familia y a día de hoy no es así. Ahora hay familias en que el sostén económico es la mujer y ya está, no pasa nada y es de agradecer.
--En la película, de hecho, el personaje de Carmen Machi se lo dice varias veces: "yo me estoy moviendo, ¿tú qué haces?"
--Estamos empezando a despertar. En el caso del personaje de la película como de muchos hombres ahora lo que viven es una cierta desubicación. Todo ha ido tan rápido que no sabemos adaptarnos a los nuevos tiempos y a lo que se nos exige. Han sido tantos años del “ordeno y mando” que dar un paso atrás es complicado para muchos hombres.
--Y también como padres han habido cambios. ¿Ha cambiado mucho? En la película se refleja esa violencia de los padres a los hijos y que ahora es condenada.
--Esa violencia yo la viví a los 8-9 años en el colegio. donde en más de una ocasión algunos hombres hechos y derechos me dieron más de un bofetón con la mano abierta y llegaba a casa y tenía que ocultarlo porque sabía que sino me iban a dar otra del revés. Eso a día de hoy sería impensable. Vivimos otro tipo de educación y cultura donde el hombre no tiene miedo a que la sensibilidad y sentimientos estén a flor de piel, donde podemos llorar y expresar un te quiero sin caer en la mirada despreciativa de otros. Y hay que dar gracias de que sea así.
--¿El cine también ha cambiado mucho?
--No sólo por cómo se consume el cine, sino incluso cómo se hace. La televisión se ha solapado con el cine, la forma de rodarlo y producirlo es a la par. Ahora estás en un rodaje y no sabes si va a ser para televisión o cine. Estamos en un momento muy dulce del cine español, sólo hace falta echar un vistazo a la cartelera de cine español de este año para ver que la calidad y diversidad de las películas es impresionante, desde pequeñas más pequeñas e íntimas a las más grandes.
--Da la sensación de que es una gran cosecha. ¿También ha cambiado la imagen de la etiqueta de cine español que se tenía antes?
--Me gustaría que fuera así y en cierto modo es así, lo que pasa es que hay cierta intoxicación de determinados medios de comunicación que no ayuda. Tenemos ese cartel de cine español que parece un género en sí mismo y entonces no lo ven. Es algo muy perverso porque por un lado hay mucha gente que cuelga banderas en sus balcones, lleva la pulsera y se jacta de cualquier triunfo español y de ser "español, español, español" y obvia de forma muy clara que esto es marca España también. Cuando Alcarràs gana en el festival de Berlín, cuando Almodóvar o cualquier película española va a cualquier festival internacional, también tiene que ver con la marca España. Por eso creo que nos hace mucho daño ese cartel de rojos, de subvencionados, de parásitos que es una auténtica falacia muy difícil desmontarla. Hubo cierto diputado de Vox que dijo que el cine no era cultura, algo muy significativo de por dónde van los tiros. Por eso digo que hay cierta intoxicación mediática y política.
--Con 'Mañana es hoy' vuelve a la comedia, ¿tenía ganas?
--No es una decisión premeditada. A mi me llegan guiones y, de repente, hubo un momento que los dramas, los thrillers y el cine de cierto género tenía mucho más interés como proyecto, como personaje, los directores o directora, hasta que ha llegado Nacho García Velilla que es uno de los directores que sabe hacer mejor comedia de este país y con una historia muy divertida con muchas lecturas: el poder la mujer, el rol del hombre, la brecha generacional... Se transita por el drama, la ciencia ficción, por eso creo que es muy apetecible.
--Por último, si pudiera viajar en el tiempo ¿a qué época le gustaría viajar?
--Tengo un terror al paso del tiempo que no te puedes imaginar. Eso de que me salgan canas, verme cada vez más calvo lo llevo fatal, pero llegados a una determinada edad el tiempo corre mucho más deprisa. Quizás por eso me gustaría viajar por un agujerito y ver al chaval que fui, la infancia es un lugar muy acogedor donde uno se siente muy arropado. Al menos yo lo viví así. Y sino al Siglo de Oro español que me parece un hervidero de muchísimas cosas y me podría vivir algo así. Al menos acercarse un poquito, como de vacaciones.