Desde que María Teresa Campos se retiró de la televisión en 2017, la matriarca del Clan se ha visto obligada a jubilarse forzosamente. En el programa de entrevistas que hizo para Mediaset, La Campos Móvil, aseguró que "estar quieta no es un opción", pero lo cierto es que su día a día es mucho más tranquilo de lo que ella se esperaba. 

Desde que se mudó hace apenas un año al mismo barrio que su hija Terelu Campos, la televisiva cuenta con el apoyo y el cariño de sus dos hijas y sus nietos, la hija de Terelu, Alejandra Rubio, y los dos hijos de Carmen Borrego, José María y Carmen Almoguera. De hecho, cuenta con una estupenda relación con todos ellos.

Su familia, su gran apoyo

La última noticia que ha puesto muy feliz a Campos es que José María la va a hacer bisabuela. "Cuando se iba a casar me llamó y me dijo: 'Abuela, que me caso", y yo dije: 'Ay, ¡qué alegría más grande que quería yo que me hicieran bisabuela!", y me dijo: "Abuela, yo solo he dicho que me voy a casar', y al final me ha hecho bisabuela también", confesó.

Además, su nieta más mediática, Alejandra, siempre ha mostrado la buena relación que tiene con su "abu", tal y como ella la llama. Es tan cercano el vínculo que tienen que incluso consigue convencerla para grabar tiktoks y pedirle consejo. Con todo, María Teresa ha mostrado lo orgullosa que está de que su nieta tenga una sección de entrevistas en el diario ABC.

Se siente sola y olvidada

Pero no solamente tiene a sus familiares; su chófer Gustavo siempre está con ella e incluso lo considera un "hijo que nunca tuvo. Me cuida, me protege, es mis manos y mis pies". Además, sigue quedando con grandes amigas como Meli Camacho o Yusan Acha Frías: quedan para almorzar y jugar a las cartas. 

No obstante, María Teresa ha confesado en algunas ocasiones que se siente sola e incapaz de poder trabajar. De hecho, según sus allegados más cercanos, "arrastra una tristeza que no es capaz de superar y se siente olvidada". Es por eso que ha manifestado que quiere ser trabajando, aunque sus hijas le advierten de quedarse en casa tranquila.