Los fans de los Gipsy Kings de Cuatro se han quedado con el corazón en un puño tras conocer la situación de la mujer de Joaquín Fernández Navarro, víctima de una supuesta negligencia médica.
El concursante, conocido como el prestamista, ha revelado que su esposa viajó a Turquía para someterse a una cirugía estética que se le complicó mucho. Ahora ella está entre la vida y la muerte.
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"Una tal Soraya convenció a mi mujer, Loli, de operarse en Turquía; ahora no aparece y necesitamos ayuda", revela en un vídeo. Su objetivo era hacerse una lipoescultura, al más puro estilo Rocío Flores, algo en el que su marido no estaba de acuerdo.
En un primer viaje a la capital turca visitó las instalaciones de la clínica Medistambul. Subió los vídeos de las instalaciones a TikTok y redes y ya los usuarios le alertaron de que mejor no hacerse nada allí.
Complicaciones
No hizo caso. El 4 de octubre Loli se operó y a los pocos días su marido tuvo que coger un avión al ser informado por su nuera de que su esposa tenía líquido en los pulmones. A Fernández no le ha sido fácil ni dar con su esposa, ni comunicarse con los médicos de allí, "porque solo hablan turco", apunta.
La desesperación lo ha llevado a hablar con la embajada española en Estambul, pero lo único que pueden ofrecerle es un cambio de hospital en la misma ciudad por un coste de 3.000 euros que no se puede permitir. “Cuando regresé al hospital me encontré que la habían inducido al sueño, sin autorización, y que no recomendaban el vuelo porque podía fallecer”.
Habla la doctora
La presión mediática ha parecido ser más eficiente. La directora de marketing de la clínica, Soraya, ha subido otro vídeo en el que dice que tras someterse a varias operaciones posteriores, Loli ya se encuentra mejor. Lo que niega son todas las acusaciones que vierten sobre ella.
Reconoce que la operación de Loli “se complicó con un hematoma y la tuvimos que tener en la uci” y acusa a la familia de Loli de chantaje. “Me dicen que si no quiero que manchemos su imagen, que les dé 16.000 euros”, asevera.
Mejoría
El prestamista niega la mayor y reconoce que “por fin están haciendo bien su trabajo, sigue intubada pero está un poco mejor, hoy ha abierto un poco los ojos , me escucha y me ha reconocido, me preguntaba con las manos que cuando nos íbamos, ahora se respira paz en este hospital”. Eso sí, la vida de su esposa sigue “corriendo peligro”.
Sobre las acusaciones vertidas sobre él apunta: “Yo soy muy honrado, me busco la vida trabajando. Esa persona lleva tres años captando a gente hacia Turquía, y yo me pregunto ‘¿cómo una persona que no tiene permiso, que solo es directora de Marketing, puede hacerlo?’.