Isabel Preysler ha estado totalmente alejada del foco mediático desde que Tamara Falcó rompió su relación con Íñigo Onieva tras la filtración de un vídeo en el que se veía al empresario besando a otra mujer en una fiesta. Un encierro que ha llegado a su fin horas después de que el exnovio de su hija compareciese públicamente para disculparse una vez más con la marquesa de Griñón.
La madre de Falcó ha reaparecido este lunes en el Teatro Real al lado de Mario Vargas Llosa y se ha pronunciado por primera vez sobre el delicado momento que atraviesa Tamara, revelando además cómo ha llevado ella la ruptura de su hija.
Muy tranquilos
"Tamara se encuentra estupendamente y va muy bien, gracias. Estamos muy tranquilos en casa. Yo, mientras están tranquilos mis hijos, y Tamara está tranquila, yo estoy tranquila", ha asegurado con la educación que la caracteriza.
Muy sincera, Isabel ha reconocido que no ha visto las declaraciones de Íñigo pidiendo perdón a la socialité. "Me acabo de levantar de la cama de una gripe y he estado sin televisión, sin nada. Lo voy a ver ahora", ha explicado.
Relación con Íñigo
Sin embargo, y a pesar de los rumores que apuntan a que nunca le gustó Íñigo, la filipina confiesa que no está contenta de que todo haya terminado: "No podría decir un alivio. Lo que sí es un alivio es que ella esté tranquila y bien, eso es un alivio". "Yo lo he llevado bien. Mientras vea a mis hijos bien, yo estoy bien", ha asegurado.
Por otro lado, y sin entrar en las polémicas declaraciones que Tamara hizo en México sobre las diferentes sexualidades y los peligros que entrañan, Isabel sí ha querido defender a su hija, dejando claro que "por supuesto no es homófoba". "Es que no hay ninguna duda, no lo es para nada", ha zanjado.