Sidecars: "Hemos dejado el mundo hecho una mierda"
El grupo musical rompe con las supersticiones y pone fin a la época pandémica con su último disco, 'Trece'
27 septiembre, 2022 00:00La banda madrileña Sidecars ya ha cumplido más de 15 años de trayectoria. Y no dejan de trabajar. Este 2022 celebran el lanzamiento de su disco "más grande" hasta la fecha. Se trata de Trece, un álbum que huye de las supersticiones que se esconden tras el que para muchos es un número maldito y repasa la época pospandémica más dura.
Tras mucho tiempo en la industria musical, el grupo ha sabido adaptarse a los tiempos y, a su vez, mantener la esencia del primer día. Por eso continúan lanzando discos en tiempos de singles, presentando canciones de más de cuatro minutos y huyendo de las colaboraciones forzadas entre artistas. "Somos un poco la resistencia y queremos abogar y animar a la gente que siga escuchando así la música", aseguran en un encuentro en la redacción de Crónica Directo.
--¿Cómo está siendo el recibimiento de su disco?
--Estamos pletóricos, porque estamos recibiendo más atención que nunca y una respuesta por parte de la gente como si fuese lo más grande que hemos hecho hasta la fecha. Nos lo estamos empezando a creer.
--¿Se acostumbran a los lanzamientos?
--Siempre piensas entre un disco y otro que has dejado de molar, que la gente que estaba se ha dado cuenta de la realidad y se ha ido. Luego te das cuenta de que no, que estás mal de la cabeza, y que, si a esa gente le gustaba el repertorio anterior, lo normal es que le guste el nuevo.
--¿Por qué dejarían de molar?
--Desde la perspectiva del síndrome del impostor, uno siempre piensa que tiene menos talento del que consideran los demás. Cuando tu trabajo depende de los gustos de la gente es inevitable y es algo con lo que tienes que aprender a lidiar.
--El disco se titular ‘Trece’. ¿Qué tienen a favor de un número que tanta gente odia?
--Nos lo empezamos a encontrar de manera obsesiva en el momento en el que empezamos a grabar el disco. Cuando empezó a ser ridículamente habitual y aparecía en todas partes, nos pareció un buen nombre. Decidimos desafiar a la suerte y tirar para adelante. Para nosotros, el 13 de momento tiene pinta de que nos trae buena suerte, no mala.
--¿Tienen alguna superstición o ritual antes de actuar?
--No es por superstición, pero antes de actuar brindamos con un chupito de algo como un momento de mirarse a los ojos, decir unas palabras y conectar. Hay compañeros que son muy supersticiosos en la profesión, pero nosotros no.
--¿Cuál es el mensaje global del disco?
--No intentamos transmitir ningún mensaje general, cada canción es una historia que habla de sensaciones y sentimientos que hemos experimentado a lo largo de los últimos dos años. Cada canción tiene su moraleja y sus propias conclusiones. Muchas son opuestas unas de otras, porque en un mismo día muchas veces puedes ver las cosas desde cinco perspectivas diferentes según cómo ha cambiado tu estado de ánimo.
--Son canciones de más de cuatro minutos con una estructura clásica, muy en contra de la innovación de los tiempos. ¿Son la resistencia?
--A la hora de escribir canciones, de entender los discos y esa parte de nuestro oficio, llevamos ya unos cuantos discos hechos y tenemos nuestra manera de hacer las cosas. Eso no significa que los tiempos no cambien y no cambiamos nosotros con ellos. No se nos van a caer los anillos si nos tenemos que adaptar a cómo se hagan las cosas, pero algo tan básico como la duración de una canción no es algo que se premedite. Yo no decido hacer una canción de cuatro minutos ni de cinco, de la misma manera que nunca voy a decir que quiero hacer una canción de dos minutos. Las canciones duran lo que tienen que durar, tienen que llevarte donde ellas quieran.
--¿Cómo se enfrentan a los cambios en la industria?
--Se veía venir y, cuando nos metieron a todos en casa, la ventana que se abrió es la del móvil y ha acelerado algo que ya venía gestándose. En nuestra manera de percibir la música, nosotros seguimos siendo un grupo de amigos que hace canciones y seguimos haciendo lo que nos da la gana como el primer día. Sí que de repente te tienes que adaptar a usar más las redes sociales, pero nosotros no somos creadores de contenido, nos concebimos como una banda de rock.
--La inmediatez está a la orden del día.
--Hablamos mucho últimamente de la locura de los tiempos que corren, y nos reíamos mucho hablando de que ahora todo tiene que ser tan rápido que ni siquiera puedes escuchar un mensaje de audio a una velocidad normal. Ahora hay que escuchar a la gente como si fuera un pitufo para no perder cinco segundos de tu vida súper valiosos que vas a usar en mirar las redes sociales. Es un bucle un poco raro y un ritmo de vida al que intentamos no sumarnos. Defendemos los ratos para escuchar un disco entero, dedicarte ese rato a poner el teléfono en modo avión o irte a dar un paseo y dejarlo en casa, y vivir una experiencia tan alucinante como ver el mundo a través de los ojos en vez de a través de una pantalla.
--¿Sufren porque ya no se escuchen discos de principio a fin?
--Nos da mucha pena. Somos de una generación que escuchaba cada disco de la primera a la última canción mil veces, descubrías los entresijos y las claves que te traía cada canción y dónde te llevaba. Ahí es donde vamos nosotros. Reclamamos esto, somos un poco la resistencia y queremos abogar y animar a la gente a que siga escuchando así la música. Creemos que tiene una recompensa muy bonita y que te lleva a un sitio que quizás, si escuchas un disco desordenado o canciones sueltas, eres incapaz de llegar. No puedes ponerle una pistola en la cabeza a nadie para que escuche el disco en orden de principio a fin, pero nosotros lo hacemos para quien lo quiera escuchar así.
--Muchas canciones todavía tienen el sentimiento pandémico. ¿Cómo lo vivieron?
-- Hubo momentos y la gira que hemos sacado con este disco era la que teníamos planeada para el grupo anterior. Tuvimos que cambiarla varias veces e igual llegamos organizar hasta siete giras distintas; había días que ya estabas un poco desesperado. Se llevó como se pudo y fue duro, pero tenemos mucha suerte de seguir juntos los tres y poder seguir picando piedra para lo bueno o para lo malo. Yo creo que nos sirvió para unirnos más si cabe después de tantos años. También hay que ser honestos y reconocer que a nosotros la vida, el trabajo y los años nos han ubicado en un punto en el que nos podíamos permitir no salir a tocar o hacer una gira en la que íbamos a perder dinero, pero íbamos a dar trabajo a toda nuestra gente. Si hubiera ocurrido la pandemia hace 10 años, nos habríamos visto con una mano delante y otra detrás. Afortunadamente, hemos llegado un punto en el que hemos podido soportar y sobrevivir a esos dos años medio parados.
--En las canciones se muestra el hartazgo por la situación general del mundo. ¿Cómo se encuentran ahora?
--A nivel personal, no estoy en el mismo punto ahora que cuando escribí las canciones. Ahora realmente tengo ese hartazgo con cosas de la vida, como todos, y no se nos va a pasar porque el mundo está hecho mierda, lo hemos dejado hecho mierda, y hasta que no llegue una generación superior a la nuestra en inteligencia emocional que se ponga a cargo de la que hemos liado nosotros y las generaciones anteriores, no se va a poner orden aquí. Pero con respecto al hartazgo de lo que ha ocurrido en los últimos años, ahora ya estoy viendo que la vida más o menos vuelve a su curso y muy emocionado de poder hacer una gira normal con el público de pie y abrazándose.
--Siempre se dice que el último disco es el mejor. ¿Qué tiene este que no tengan los demás?
--Desde que arrancamos con el disco teníamos la sensación de tener algo muy bonito entre las manos. Juancho ha estado más fuerte que nunca en cuanto a las letras y musicalmente estamos en un momento muy bueno de forma, lo cual también le permite tardar menos en algunas cosas del disco y poderte centrar más en otras. Se han juntado los astros y por eso tenemos la sensación de tener un puñado de canciones increíbles que además nos van a permitir dar el salto a recintos un poco más grandes y poderlo presentar como creemos que se merece.
--Lo empezaron a escondidas...
--Sí, decidimos parar. Hicimos la gira de presentación como pudimos con las restricciones, luego nos fuimos a verano y dio la casualidad de que Juancho dijo que podíamos entrar a grabar disco porque todas las canciones entraban dentro de un mismo contexto. Decidimos parar todo lo que teníamos por delante, cerramos la gira sin decir nada, borramos todas las fotos de las redes sociales y no avisamos a nadie. Es como si hubiera sido una travesura. Llevábamos un tiempo queriendo hacer eso de desaparecer de repente y luego anunciar los nuevos trabajos.
--Está surgiendo una nueva generación en la música que recupera el pop-rock. ¿Qué valoración hacen?
--Hay música para todos los gustos, pero a nosotros especialmente nos gusta cuando estas nuevas generaciones entienden las cosas y las canciones parecidas a nosotros. Nos encanta ver chavales jóvenes llevando una banda al completo, haciendo canciones y abogando por hacer la música como empezó a hacerse en los años 50 y 60. Hay música para todos y también es muy lícito la gente que puede hacer música sin banda, con aparatos, pero nosotros estamos en otra onda. Al final esta es la música que siempre está ahí. Puede haber momentos en los que está más a la vista o menos, pero siempre va a haber un local en el que un grupo de amigos se junta sin apenas saber tocar para sacar adelante un proyecto.
--Dan el salto al WiZink Center y al Sant Jordi Club. ¿Cómo afrontan esta gira de conciertos?
--Con muchísimas ganas, ilusión y la sensación de que es un premio merecido a muchos años de esfuerzo. Enumerábamos todas las salas que hemos hecho en Barcelona y te das cuenta de que no nos hemos saltado ningún escalón. Las hemos hecho todas en orden de aforo, de una persona en una persona. Nos asusta porque no estamos preparados, pero tenemos mucha ilusión. Sentimos que va a ser una celebración maravillosa y queremos juntar a los que hayan llegado ahora con los que estaban en la sala Sidecar el primer día y ver cómo ha crecido esta familia en todos estos años.