Sorpresa en Telecinco. Paz Padilla ha vuelto a pisar un estudio de la cadena, aunque no ha sido el de Sálvame, del que la echaron tras sus polémicas sobre el Covid y su bronca con Belén Esteban.
Pocos se esperan este regreso que no por fugaz ha sido más destacado. La cómica sabe qué se espera de ella y, pese a ir a promocionar su obra de teatro, venía preparada con varios zascas bajo el brazo.
Indirectas varias
La actriz ha agradecido la bienvenida que le ha dado Frank Blanco y, al poco de empezar, ha lanzado la primera pulla: "Me dijeron que me querían aquí y yo estoy donde se me quiere y de donde no se me quiere, me voy".
Clara, directa y sin miedo, la gaditana ha entrado a los estudios del brazo del presentador y con una sonrisa de oreja a oreja han paseado como dos novios en una Iglesia. “Tú también eres nuevo como yo, aunque yo en segundas nupcias. Esto es como los matrimonios, a veces se separan y a veces se reconcilian”, esperaba ella.
Etapa (mal) cerrada
Padilla no dejó de sonreír en ningún momento, sobre todo, a algunas de las personas a las que se iba encontrando y es que a algunos trabajadores de la cadena sí parece echar de menos. "Lo que más me dolió es que no me pude despedir de mis compañeros. Recibí muchos mensajes de ellos”, reconoce.
Los dardos no han ido a más, pero hay algo que queda claro, la humorista deja atrás el mundo del corazón. Una prueba clara de ello ha sido la respuesta que le ha dado Blanco sobre quién le gusta más, si el príncipe William o Harry. "No, yo ya no hablo de esas cosas", zanjó.