En la época del despegue de HBO, cuando Sexo en Nueva York lo era todo, Showtime cogió el espíritu de una serie británica llena de sexo y desnudos de Chanel 4 protagonizada por cuatro chicos gays, Queer as folk. La versión llegó edulcorada a Estados Unidos, pero fue la que traspasó fronteras y ayudó mucho no sólo a normalizar que un grupo de amigos homosexuales fueran protagonistas de una serie, sino que demostró que podría atraer a un gran público.
El camino lo abrieron ellos. Era el inicio del nuevo milenio pero en tan sólo dos décadas el mundo ha cambiado mucho y la comunidad LGTBI y la sexualidad también. Lo único que lamentablemente no ha cambiado es la LGTBIfobia que asola el planeta. Por eso, la nueva versión de la serie que propone Stephen Dunn y que se estrena este 31 de julio en Starplayz vuelve a ser necesaria.
Más diversa y dramática
No es hacer ningún spoiler revelar que este regreso llega con un primer capítulo que es toda una declaración de principios: sexo, desnudos, fiestas, drogas, infidelidades, parejas, broncas... y un atentado contra un club gay de Nueva Orleans. Una ficción que recuerda a los hechos sucedidos en el club Pulse de Orlando en 2016.
Sus protagonistas principales, Devin Way y Johnny Sibilly, lo resaltan a Crónica Directo. "La violencia contra nosotros no es nueva, es tan vieja como la historia", recuerdan. Ellos interpretan a Brodie y Noah un exmatrimonio que se reencuentra en un momento que va a ser determinante para sus vidas. Para lo bueno y lo malo.
Diversidad
Junto a ellos están estrellas como Kim Katrall o Juliette Lewis, pero sobre todo un grupo de actores y actrices como Fin Argus, Jesse James Keitel, CG o Ryan O'Connell, que pertenecen al colectivo y dan mayor visibilidad a todos los miembros de la comunidad. Se habla de intersexualidad, hay personas trans, heterosexuales... todos se pueden sentir representados. Porque no, la serie va dirigida a todo público al margen de la sexualidad que procesen.
Crónica Directo mantiene un breve encuentro online con los dos protagonistas principales, Way y Sibilly y ofrecen algunas pistas de lo que les espera a los espectadores. ¿Es una continuación de la serie? No. ¿Un spin-off? Tampoco. ¿Tendrá continuidad? Ellos responden.
--Pregunta: ¿Como llegaron al proyecto? ¿Y cómo reaccionó a esa versión, Devin?
Devin Way: Lo recibí a través de mi agente, hice un casting y después de seis convocatorias me dijeron que sí. Había química con Johnny, Kim Katrall, Ryan O'Donell. Y cuando me dijeron de formar parte de esta nueva versión para mi fue un sí total, me apetecía formar parte de esta icónica serie que tenía un aspecto más inclusivo, con más diversidad... Eso es lo que me atrajo que es más, más, más. Más autenticidad, más calidad y eso lo hace mejor.
Johnny Sibilly: Yo crecí viendo esta serie. Para mi fue una icónica y gran representación de lo queer. Por eso, cuando supe que volvía sabía que tenía que estar allí de alguna manera. No sabía si iba a formar parte del cast pero sabía que quería estar allí de cualquier modo. Ya cuando empecé a leer el guión junto a Devin empecé a pensar que podía ser una posibilidad. Me daba vergüenza al principio que me vieran en pantalla y así, pero no me importó, estaba tan excitado.
--¿Cómo construyeron la relación entre sus personajes Noah y Brodie? ¿Dirían que es una relación habitual de una pareja gay, porque de primeras parece algo complicada?
D.W.: Yo diría que es bastante normal, sí, porque en el fondo no quieren que nadie se meta en medio. En el fondo son dos personas que se quieren. Al menos, uno tiene muy claro que lo quiere, aunque Brodie se siente muy inseguro porque no sabe del todo como es estar completamente enamorado. No es que elige estar enamorado de Noah, no sabe si Noah lo ha elegido del todo a él. Creo que mucha gente se puede sentir identificada con eso.
J.S.: Sobre la preparación, no fue tan sólo construir una relación y hacer ver que estamos casi casados. Devin y yo empezamos a quedar de manera natural, creamos una playlist de música que nuestros personajes habrían escuchado juntos, creamos esos momentos para que tras separarse y volver a juntarse vieras que exista esa relación que ellos crearon en su día y que no se ve en pantalla.
--La serie comparte con la anterior la presencia de drogas, la puesta en escena de relaciones sexuales, pero también hay mucho trasfondo político y crítica social. De hecho, es incluso más dramática que la original. ¿Eso le imprime más realismo?
J.S.: Es sólo la verdad. El mundo queer tiene esa parte de drags, drogas, amor. Para cierta gente esto y las escenas de sexo piensas que es un poco demasiado, pero sólo es demasiado para aquellos que no han estado allí y no saben cómo es esa comunidad. Puedo entender que haya gente que piensa que esto no es como se muestra o parece, pero si no se viera así no se habría escrito de esta manera.
D.W.: Sí claro, yo recuerdo que yo que he tenido una experiencia muy pobre con lo queer y preguntaba: ¿estamos seguros que se hace esto? ¿Qué es el cruising? ¡La gente no hace eso! Y sí, se practica y la gente hace esto todo el rato. Es casi un aprendizaje y le dije a Johnny cógeme de la mano y llévame a conocer la noche queer de Nueva Orleans. Fue electrificante y lo es.
--Y otra cosa que hace esta nueva versión es poner el foco en el 'bullying', en la violencia que todavía existe en la sociedad de hoy en día contra la comunidad LGTBIQ+. ¿Cree que más allá de las historias de los personajes, puede servir para recordar a la sociedad que lamentablemente esto todavía existe hoy en día?
J.S.: Sí. Es cierto que existe esta idea de que ya no hay esta violencia contra nosotros, cuando hace tan solo seis años hubo la tragedia en Orlando. Hace pocas semanas se atentó contra un bar gay que quemaron, hace poco más de un mes se trató de boicotear una manifestación por parte de un grupo de infiltrados... La violencia contra nosotros no es nueva, es tan vieja como la historia, que está llena de violencia contra las personas gays. Y lo seguimos experimentando. Para nosotros es importante que el arte lo muestre y advierta de que hemos de estar con los ojos bien abiertos y a la vez saber que no estamos sólos, que si vienen contra nosotros nos tenemos los unos a los otros. Eso es inspirador y espero que la serie así lo muestre.
D.W.: Johnny decía ante que hemos de ser conscientes cómo las primeras generaciones pavimentaron el camino. Para mi, lo importante no era hacer la serie como al principio. Para mi la tragedia no pasa en el primer episodio.. Tenemos la versión inglesa, la estadounidense. Si lo pensamos con la perspectiva del espacio y tiempo son las generaciones previas en nuestras vidas. Por eso, cuando conoces a los personajes por primera vez, no es su primer día en la historia. Y la tragedia que se vive ya en el primer episodio no es que venga de ninguna parte sino que viene de esa línea del tiempo. Esto es algo que sucede realmente hoy en el mundo real, por eso para nosotros era importante mostrarlo.
--Para muchos, precisamente por esta discriminación que todavía existe, piensan que interpretar a un personaje gay puede marcarle, hacer caer en el tópico o incluso ser como un estigma. ¿Temen que eso suceda?
J.S.: Seguramente puede existir pero hemos de decirle a la gente que no debe temer decir claramente "soy gay, soy actor y estoy aquí".
--Teniendo en cuenta que pone más el foco en esta situación, ¿cómo cree que recibirán los espectadores esta nueva versión de la serie con nuevos personajes?
J.S.: Será excitante, porque cuando leí el texto pensé. Así es cómo hablamos, esto lo he visto antes en la vida real, pero esta vez lo vemos de manera distinta y esperamos que se sientan reflejados. Hay diferentes personajes con distintos estilos de vida, con un grupo de amigos muy diverso y espero que se sientan reflejados tanto si los han conocido como si no. También esperamos que la gente vea lo que existe cuando mira más allá de su grupo reducido de viejos amigos y sepa que estamos todos interconectados y aunque seamos seamos completamente únicos somos todos muy parecidos.
--¿Habrá otra temporada?
Ambos: Eso esperamos. (ríen)
D.W.: ¡Yo estoy disponible! (prosiguen las risas).