Yulen Pereira ya está en España. El exconcursante de Supervivientes se sentó ayer por la noche por primera vez en el plató del programa y tuvo que hacer frente a su paso por el concurso: desde su romance con Anabel Pantoja hasta las críticas de su madre y el resto de colaboradores.
Pero, sin duda alguna, lo que más ha preocupado al esgrimista ha sido la llamada de su padre y entrenador, Manuel Pereira. El hombre ya había mostrado su preocupación en cuanto al futuro de su hijo, pero ahora ha quedado más latente que nunca con una clara declaración de intenciones.
Centrarse en su profesión
Manuel entraba en directo diciéndole a Yulen, en primer lugar, lo orgulloso que se sentía de él: "Quiero darte la bienvenida a España, a tu casa. Felicitarte por tu cumpleaños. Quiero que sepas que me siento muy orgulloso de ti y del concurso que has logrado terminar". Sin embargo, ha querido advertirle de lo que se le viene encima.
"Quiero que sepas que ya desde mañana vamos a empezar a prepararnos de cara a la Olimpiada. Sé que eres un deportista de muy alto nivel y quiero que vuelvas otra vez a demostrar que eres el mejor, el número uno, como siempre lo has hecho". Además, le ha confesado que su federación y equipo le están esperando "con loz brazos abiertos" y quieren que vuelva ya para "conseguir el oro olímpico".
Obstáculo: Anabel
Algo con lo que el propio Yulen ha estado de acuerdo: "Papá, no lo dudes, sé que esto es pasajero. Mi sueño es mi sueño y no ha cambiado. La esgrima es mi vida. Desde aquí hasta París 2024 no tengas ninguna duda", le ha prometido a su padre. A pesar de la emoción del momento, los padres del deportista quieren que siga compitiendo sin distracciones, como lo podría ser su incipiente noviazgo con Anabel Pantoja.
Pero el joven lo tiene muy claro: "Yo no quiero estar en la televisión y no pienso que Anabel vaya a cortarme las alas ni va a ser controladora, sino todo lo contrario: me va a ayudar a ser mejor persona y mejor deportista". Yulen confesaba que estaba "pilladisimo hasta las trancas", pero que va a seguir centrado en su profesión para cumplir su sueño, algo que no es incompatible con el amor.