Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa viven separados. La revista Semana destapa en exclusiva este miércoles nuevas informaciones en torno a la pareja que revelan que el literato ya no vive en Villa Meona, la mansión ubicada en la exclusiva urbanización, de Puerta del Hierro, a las afueras de Madrid.
Según el semanario cardíaco, el escritor, y premio Nobel, reside en un domicilio al que suele ir a dormir desde que en mayo de 2022 ambos se contagiaran por coronavirus. Una enfermedad que llevó al novelista a pasar unos días en el hospital.
¿Crisis de pareja?
A pesar de que estos nuevos datos ofrecidos sobre la pareja podrían indicar la existencia de una crisis sentimental entre ambos, por el momento, no existen visos de ello. Cabe recordar que durante el ingreso hospitalario de Mario, fue Isabel, quien estuvo en todo momento pendiente de él.
Asimismo, el pasado 21 de junio, ambos reaparecían ante la prensa en la presentación del nuevo libro del escritor, La mirada quieta. Si bien cabe destacar que desde que se formalizó su relación, en 2015, han sido los propios protagonistas los que en más de una ocasión han reconocido que hacían horarios diferentes.
Así afrontan el verano
Y es que mientras Isabel prefiere madrugar, Mario es más partidario de alargar las noches a través de la lectura y el estudio. Desde que su historia de amor saliera a la luz, la reina de corazones y el escritor han acaparado portadas y titulares con rumores de una posible boda, un enlace que siete años después todavía no se ha producido.
A la espera de que se conozca cuáles son sus planes para el verano, lo cierto es que todo parece indicar, que como cada año, la pareja pasará unos días en una clínica de Málaga para someterse a un tratamiento depurativo. Cuanto a las nupcias, todo apunta a que está antes Támara que su madre.