Depol: "Vivo de los amores que no he tenido"

Detrás de Depol está Pol Gutiérrez, un compositor y cantante catalán de tan solo 20 años que compagina la carrera de Publicidad con la música. Lo hace muy bien acompañado, junto a David DeMaría.

El músico se sabe afortunado, sus canciones suenan por la radio y es algo que hace apenas un año no podía imaginar. Atrás ha quedado ese niño que en su día apareció en Got Talent sin saber que se iba a dedicar a ello de forma profesional.

Primer 'single'

Él mismo, tras el lanzamiento de su primer sencillo, Quién diría, no se acaba de creer del todo que esto pueda ser el inicio de una larga carrera. Eso sí, lo desea, pero va "paso a paso", recalca.

Crónica Directo charla con él para ver cómo enfoca su carrera, en qué y en quién se inspira y cómo ve el futuro que le espera por delante. Aunque reconoce que está en el presente, que no le puede ir mejor. "Estoy muy contento de poder sacar esta canción. Me hacía mucha ilusión que haya podido hacerlo y que suene tanto", reconoce. "Lo agradezco un montón".

--Pregunta: Empecemos por el principio. ¿Por qué ese nombre?

--Respuesta: Buscamos un nombre no muy complicado, le pusimos el De porque tiene la parte de autor, de escribir tus canciones y, a la vez, porque es un nombre compacto y fácil de recordar.

--¿Qué le motivó a decir: 'Quiero dedicarme a esto'?

--Siento que ese momento aún no ha llegado, sigo estudiando y haciendo lo que siempre he hecho. Sí que ahora, un hobby lo estoy convirtiendo en algo más, porque lo comparto con mis amigos y mucha mucha más gente. Lo cierto es que hubo una época en la que sentí que necesitaba expresar cosas que quería decir, sobre todo a nivel de amor, de relaciones, cómo decirle a esta chica que me gusta... y que no me atrevía. La música me sirvió bastante para eso, aunque no en el amor.

--O sea, ¿no le ha servido para conquistar a alguien, como se dice?

--En algún caso sí y en otros no. Al menos que las canciones sean buenas, por eso.

--Consuela pensar que aún hay gente joven que le canta al amor. ¿Cree que es la tónica? ¿Ahora con las redes y apps lo tienen más fácil?

--Es difícil de decir, habrá quien lo tenga más fácil o difícil que otros. Sí que parece que tendemos a hacernos los duros y no mostrarnos tal y como somos. A mí no me sale esconderme y, lo siento, pero lo muestro así y digo las cosas con canciones.

--La primera canción que ha lanzado es 'Quién diría'. ¿Por qué esta la primera?

--Realmente tenía muchas canciones y decía: 'Yo no quiero una primera canción, sino muchas'. Al tener tantos temas guardados me flipaba la idea de poderlas sacar a nivel más serio. Finalmente, elegimos Quién diría porque queríamos algo más rompedor, distinto y que cualquier persona de cualquier edad que le guste cualquier tipo de música le guste escuchar.

--¿Cómo se sintió al rodar su primer videoclip? ¿Cómo se ideó?

--Trabajamos con David Mowglien y fue una experiencia muy chula, la verdad. Me costaba un poquillo porque nunca hice nada de actuación, pero, al final, me fui soltando un poquito, como se ve.

--En una época donde parece que todo sale de 'talents', usted lo hace, pero a medias.

--Hace ya unos años sí aparecí en un talent, pero no fue a raiz de allí que empecé en la música. Sí ayudó a que Antonio y Ferran me conocieran, pero fue mucho más tarde cuando decidí dedicarme a ello y gracias a ellos estoy aquí.

--Otra de las personas que lo acompañan es David DeMaría. ¿Cómo fue ese contacto con él?

--Gracias a Antonio Fernández pude conocer a David. La verdad es que me ayudó en muchas ideas que yo no tengo por falta de experiencia, así como consejos muy buenos que me ha dado. Además de la producción increíble, que se puede ver en Quién diría y las que vendrán.

--O sea, que en breve se vienen nuevas canciones y, tal vez, ¿un disco?

--Paso a paso. Iremos sacando canción a canción y, obviamente, me encantaría poder sacar un álbum, un EP o algo. Tengo un montón de canciones que me gustaría poder mostrar a la gente.

--Con los mentores que tiene, ¿se espera alguna colaboración?

--No hay nada confirmado, pero me fliparía poder trabajar con otros artistas. No solo cantar, sino componer.

--En este sentido, ¿qué le inspira a usted?

--Yo suelo decir que vivo de los amores que no he tenido (ríe), porque son los que más me inspiran: ese amor que nunca llega. Soy muy de hablar de amor.

--¿Eso implica que no lo veremos en el reguetón?

--No me cierro a nada, estoy abierto a todo. Escucho reguetón, de hecho.

--¿Y a cantar en catalán se atreve, ya que es de Cataluña? ¿O en inglés?

--Probablemente escribiré en catalán, porque lo hablo bastante, pero nunca me ha salido lo suficientemente bueno para cantar en catalán o en inglés.

--Ahora que viene el verano, ¿tiene pensado hacer algunas actuaciones?

--Espero anunciarlas en breve en mis redes sociales, pero sí, habrá muchas. No las puedo anunciar todavía.

--Hablando de redes, en sus perfiles sociales se pueden ver algunos de sus referentes. Hace covers de diferentes cantantes y estilos de música, pero ¿cuáles son realmente?

--Constantemente en mis redes comparto versiones, covers y mostrando la música que escucho. Es cierto que no tengo un referente claro a nivel de géneros musicales. Escucho pop del 2000 como Pereza, El canto del loco, Nena Daconte y otras cosas más actuales, como Aitana, Nil Moliner, Dani Fernández, Paula Koops. Estoy al día de todo lo que sale.

--¿Qué relación tiene con las redes? Hay quien dice que es una gran plataforma para músicos como usted, por ejemplo.

--Como bien dices, está claro que son una ventana increíble, pero, a veces, es complicado porque es un mar de pequeños peces y cuesta resaltar un poco. Es una herramienta muy buena para promocionarse, para mostrar tu día a día y está hecho para ayudar.

--Y ahora que ya es conocido, suena en las radios, es joven y le canta al amor, ¿se ha encontrado con mucho 'hater'?

--No, la verdad. Soy consciente de que no se puede gustar a todo el mundo. Si pretendes hacerlo no estás en el lugar correcto. Igual que he recibido muchísimos comentarios buenos y alguno negativo. La verdad es que no me fijo, porque muchas veces son críticas despectivas o sin fundamento, solo hago caso de la gente en la que confío.