Shakira Mebarak pone fin a la polémica. Tras confirmar que se separa de Gerard Piqué, la cantante ha querido desmentir que haya sufrido un ataque de ansiedad. La revista Hola destapaba la noticia este viernes por la tarde y apuntaba a que la visita al hospital de la colombiana habría sido provocado a raíz de la exclusiva de Culemanía, donde se avanzaba que el 3 del Barça había abandonado el domicilio conyugal y vivía en su piso de soltero de la Calle Muntaner.
Por medio de una publicación en Twitter, la estrella de la música ha negado su ingreso y ha aclarado que su traslado en ambulancia hasta la clínica Teknon de la Ciudad Condal fue debido a un accidente que sufrió su padre, el fin de semana pasado. Prueba de ello, es la instantánea que ha adjuntado para acompañar el texto y que fue realizada en el jardín del centro médico.
Una caída
En la imagen, se ve como la artista besa afectuosamente la cara de su progenitor, quien presenta numerosas lesiones en el rostro. “Las fotos fueron tomadas el día 28 cuando mi padre tuvo desafortunadamente una caída importante. Ese día le acompañé personalmente en una ambulancia hasta el hospital”, revela.
Al parecer, la cantante se habría decidido a hacer público este espisodio después de haber recibido varios mensajes de preocupación por su estado: "Recientemente he recibido algunos mensajes de preocupación sobre personas que dicen haberme visto en ambulancia en barcelona", expone.
La 'fake new' de '¡Hola!'
Y es que la publicación del saludo aseguró que Shakira sufrió un ataque de ansiedad en el que incluso tuvo que ser atendida por los sanitarios y trasladada en una ambulancia a la clínica Teknon de Barcelona. Además, detallaba que en ese momento, la pareja se encontraban en su vivienda de Esplugues de Llobregat, pues el coche de Piqué estaba aparcado en las inmediaciones del domicilio conyugal.
La revista cardíaca con más pedigrí de todas señalaba incluso que la cantante "era incapaz de dejar de llorar". De hecho, remarcaban también que sus familiares, entre ellos su madre, no pudieron tranquilizarla. ¡Menudo cule-brón!