Álvaro de Luna está dispuesto a llevar su carrera a lo más alto. Después de triunfar en 2017 con el grupo Sinsinati, la pandemia del coronavirus le hizo escribir canciones propias y atreverse con su carrera en solitario. El primer sencillo del cantante, Juramento eterno de sal, consiguió superar todas las expectativas posibles y lo catapultó en todas las listas de éxitos.
Tras convertirse en uno de los artistas más escuchados a nivel español, el Álvaro publica su primer disco, Levantaremos al sol, un álbum conceptual que relata todas las fases de una relación amorosa. “Es un llamamiento a todo eso que viene después de un momento frío, de oscuridad y de incertidumbre como el que hemos estado pasando durante estos dos últimos años”, asegura el andaluz en una entrevista con Crónica Directo.
--¿De dónde viene el nombre del disco, ‘Levantaremos al sol’?
--Tenía el álbum entero, pero no tenía muy claro el nombre. Tuvimos que posponer un poco la salida del álbum porque no podíamos hacer una gira en condiciones normales. Dándole vueltas vi que Levantaremos al sol es un llamamiento a todo eso que viene después de un momento frío, de oscuridad y de incertidumbre como el que hemos estado pasando durante estos dos últimos años.
--¿Lo compuso en pandemia?
--Sí. Acabé un par de canciones un poquito después de la cuarentena, pero el disco prácticamente lo tenía compuesto en los tres meses de encierro. Estaba en casa, con toda la incertidumbre, y me puse a escribir. Vi que esos temas no encajaban con Sinsinati, mi anterior grupo, sino que estaba contando una historia concreta. Así que decidí tirar adelante con la idea y ver qué pasaba.
--¿Que tienen las canciones que las una en un álbum?
--Es un disco conceptual porque todas las canciones hablan de una historia de amor y siguen un orden que serían las etapas por las que pasa una pareja. Morena es cuando la conoces, París cuando le empiezas a coger cariño y hacéis planes juntos, Levantaremos al sol es el momento en el que te empieza a gustar esa persona, pero no os veis demasiado y queréis pasar más tiempo juntos. Quiero es cuando ya todo empieza a fraguarse y lo que buscas es un amor que dure para siempre, Juramento eterno de sal es ese “siempre vamos a estar juntos”.
--A partir de ahí empieza todo a quebrarse.
--Sí. Nos perderemos en Marte es cuando hay una crisis, todo empieza a irse un poco al garete, pero los dos lo que buscáis es encontrar ese sitio en común en el que nadie os moleste. Duele es cuando todo se quiebra y se rompe, Quizás cuando asumes que la otra persona ha rehecho su vida, Nos quedará es el momento después de haberlo pasado mal que te quedas con los recuerdos bonitos, y Flores en abril es el típico cabreo que te coge después de un tiempo, cuando dices que no quieres que vuelva esa persona, pero realmente no lo piensas.
--¿No le daba apuro abrirse tanto?
--No, porque cuando empecé a escribir esto no sabía qué iba a hacer con las canciones. Yo lo estaba haciendo de una manera muy personal, sin pretensiones de nada. Sí que es verdad que cuando ya terminé de tenerlo todo atado, todo amarrado, vi que quería compartirlo. Generalmente, en el mundo de los artistas, hay mucha gente que te admira, que te sigue y te ve como alguien inalcanzable. Yo con este disco quería que se me viera como uno más. La única diferencia es que, por mi trabajo se me reconoce más o se me pone cara, tengo más visibilidad que otra gente, pero al final soy un tipo normal.
--¿En qué momento se dio cuenta de que estaba preparando un disco?
--En el momento en el que el disco se creó a sí mismo. Yo empecé a escribir canciones y no estaba pensando en hacer un álbum, pero fueron saliendo temas que iban todos encadenados unos con otros, ya no solamente por la historia que cuentan, sino porque, si te paras a escuchar los temas, en todos hay guiños o detalles a otros que forman parte del disco.
--Presenta una explicación de sus canciones con el álbum. ¿Por qué?
--Porque todo el mundo interpreta las canciones a su manera, pero yo quería que la gente supiera que el origen real de cada canción. También es precioso que la gente me explique lo que le han transmitido. Igual una canción que para mí es muy alegre y vitalista de repente a alguien le ha hecho llorar muchísimo porque le recuerda a otra persona. Es guay que en cada persona la música genere un mundo totalmente diferente.
--Para ser un primer disco, es un proyecto muy trabajado y con un concepto muy claro.
--Una vez que me planteé sacarlo, no quería que fuera un álbum con canciones de relleno o que fueran a sonar en la radio. Por eso no todas las canciones a nivel producción son parecidas. He hecho baladas, he hecho medios tiempos y he hecho temas más artísticos. Yo no quería que mi primer disco fuera el primero de alguien que acaba de arrancar, quería que no pasara desapercibido.
--¿Ha encontrado su esencia o seguirá experimentando?
--No lo sé. Si te digo la verdad, me he atrevido a experimentar un poco dentro del álbum porque, si el día de mañana quiero seguir haciéndolo, que nadie se asuste. Pero siempre al final pasará todo bajo el mismo filtro. Yo soy un cantautor, no hay cosa que más me guste que cantar mis canciones con guitarra y voz.
--Una canción del disco nació de una conversación telefónica con su madre. ¿Le suele pasar?
--No, pero, por ejemplo, sí que me ha pasado el hecho de estar en una comida hablando de algún tema interesante que enciende la bombilla, lo hilo con otra cosa que tenga que ver y me voy al baño para anotarlo todo. Esa canción que nació de una conversación con mi madre es Duele y ha sido la única vez que me ha surgido un tema así. Estaba charlando con ella en un desahogo y fluyó todo, en media hora estaba escrita la canción entera.
--Se podría decir que ‘Duele’ también es un desahogo.
--Hay mucha gente que me dice que he puesto el listón muy alto con Juramento eterno de sal, pero yo creo que no voy a escribir una balada tan honesta y tan de corazón como Duele por lo menos en mucho tiempo. Por eso yo creo que es uno de mis temas favoritos del álbum y, aunque no estoy en el mismo momento que cuando lo escribí, me toca el corazón cada vez que lo canto y lo escucho.
--¿Utiliza la música como terapia?
--Sí, es literalmente una terapia. Lo lleva siendo desde que empecé a escribir canciones y yo creo que lo seguirá siendo. Obviamente yo voy a terapia, voy a mi psicóloga, que tiene el cielo ganado conmigo, pero aun así hay cosas que prefiero contárselas a un papel y no a nadie. Son tan personales que, igual si te las cuento, por mucha confianza que tenga, no me expreso de la misma manera que me expresaría para mí mismo.
--Es importante que visibilice que va al psicólogo.
--Es algo de lo que no se habla que ahora está empezando a tener un poco de visibilidad. Yo lo hago desde hace años y al principio la gente me preguntaba si estaba bien. A mí me gusta ir a al gimnasio y no voy porque tenía problemas de salud, voy a entrenar porque me gusta mantenerme bien.
--Dice en su disco que el amor más puro que hay es el de los abuelos.
--Habrá gente que no comparte esa opinión, pero yo soy de esos que piensan que el día que encuentres a esa persona con la que compartir tu vida, yo lo que quiero para mí es vivir algo tan bonito como con lo que yo me crie. Yo crecí con mis abuelos y, obviamente, discutían, tenía sus cosas, pero era un matrimonio muy especial. Mi abuela no podía moverse, no tenía independencia de ningún tipo, y él estaba al pie del cañón. De hecho, no han estado ninguno de los dos con nadie que no hayan sido ellos mismos. Es muy bonito ver eso, criarse con eso en una sociedad como la que vivimos hoy que todo es muy diferente. El amor es precioso para compartirlo con alguien y compartirlo para siempre.
--¿Cómo ha cambiado la concepción del amor?
--Actualmente a la gente le da un poco de pánico el compromiso, ya no solamente a nivel de pareja, sino en general en la vida cuesta mucho comprometerse.
--Es un disco autobiográfico. ¿Seguirá escribiendo así?
--A mí me cuesta hablar de algo que yo no he vivido porque las canciones son sentimientos. Es como cuando me preguntan qué se siente al cantar delante de la gente; si te soy sincero, creo que no he encontrado todavía la palabra o el adjetivo correcto para describir esa sensación, son cosas que se tienen que vivir.
--El álbum no tiene colaboraciones, ¿por qué?
--Porque es mi primer álbum, quería que fuera una carta de presentación personal en la que hablo de mí como artista, como persona, intentando ser lo más cercano a mi público. Colaboraciones habrá durante toda la vida infinitas. La que tengo con Lola Índigo irá incluida en el segundo álbum.
--No había lanzado el primer disco y ya había presentado canciones del segundo.
--Es que tengo un problema con el trabajo [ríe]. El primer álbum ya está fuera y yo ahora empiezo a grabar el segundo. Ya está todo compuesto y ahora empiezo a grabarlo en los ratitos que voy a ir teniendo entre semana mientras empezamos con la gira. Y también por otro lado tengo un EP que sacó con un artista colega.
--¿Tiene fecha para el segundo álbum?
--No, todavía no, porque seguramente haga lo mismo que hice con este, adelantar single a single. El problema de tener sobreproducción es que tienes que ir ubicando para que no se pisen y solapen. Esto es como las huelgas en China, que curras más de la cuenta; yo parece que estoy en huelga conmigo mismo y me estoy autosaboteando [ríe].
--¿Qué tiene el formato de los discos?
--No lo sé, yo creo que los discos le siguen dando romanticismo a la música en los tiempos en los que estamos, que son todos singles y nadie se plantea hacer un álbum. Pero yo me he criado escuchando discos, escuchando vinilos, entonces no concibo hacer un proyecto que no tenga un concepto y que no hable de una idea.