Xuan Lan es la profesora de yoga y experta en bienestar más conocida en España. Sus datos en las redes sociales (más de 600.000 seguidores) y en Youtube (1,6 millones) así lo demuestran. Saltó a la fama cuando impartió clases en Operación Triunfo, pero su éxito se consolidó durante la pandemia.
Con clases diarias y contenidos sobre bienestar en su plataforma XLY Studio, la vietnamita criada en París se ha convertido en una referente en esta práctica. Es por ello que su misión es dar a conocer el yoga y sus beneficios a través de sus dos libros, Mi diario de yoga y Yoga para mi bienestar, y su presencia en las redes sociales.
Los beneficios del yoga
El yoga es una práctica que conecta el cuerpo, la respiración y la mente. Lan considera que la pandemia y el presente conflicto entre Ucrania y Rusia están afectando negativamente a la sociedad, por lo que esta práctica puede ayudar a encontrar un equilibrio pleno y lidiar mejor con el estrés y la ansiedad que provocan estas situaciones.
Xuan Lan comparte todos los secretos de la nueva edición de su libro y reflexiones sobre cómo beneficia el yoga y la meditación a nuestro día a día en una profunda conversación con Crónica Directo.
--Pregunta: Sacó el libro en 2018, pero a raíz de la pandemia decidió actualizarlo. ¿Qué novedades incluye?
--Respuesta: Intenté que este libro fuese diferente al primero, que es más práctico y trata sobre cómo integrar el yoga en el día a día en cuatro semanas. Pero en el segundo es al revés: son 15 capítulos sobre la vida cotidiana y cada uno trata aspectos distintos, como la espalda, las relaciones en el trabajo, cómo despertar bien, cómo irse a dormir, la autocrítica… La idea es que cada persona elija el capítulo que más le convenga según sus necesidades y se quede allí un tiempo, y cuando se convierta en un hábito y lo tenga integrado, pueda saltar a otro. No hay un único plan, sino que tu plan te lo haces tú mismo para crear tu propio bienestar.
--En el libro dice que la pandemia le ayudó a difundir mucho más su trabajo. ¿Cómo la vivió personalmente?
--La pandemia para mí fue un momento de mucho trabajo; de hecho, nunca he trabajado tanto como en la pandemia [ríe]. Como vi que mis clases ayudaban a la gente, decidí hacerlas cada día a las 18.30 durante los 75 días que duró el confinamiento. Cada día cambiaba de temática y enfoque para que fuese variado, por lo que estaba creando nuevos contenidos a diario. Al mismo tiempo, estaba desarrollando mi plataforma, XLY Studio, en la que creamos contenidos para ayudar a la gente a lidiar con el estrés laboral, la ansiedad por la situación sanitaria, la información sobre la crisis de Ucrania...
--Antes de la pandemia, dio clases de yoga en Operación Triunfo. ¿Cómo surgió este trabajo?
--Fue una propuesta de la productora. Se dieron cuenta de que, a raíz de que los jóvenes tenían que trabajar mucho y estar las 24 horas del día en directo, sufrían mucho estrés, ansiedad y cansancio físico, mental y emocional; dormían poco porque hablaban mucho en la habitación, trabajaban a todas horas y no estaban preparados para gestionarlo. Su propuesta era darles unas herramientas para descansar, relajarse, aprender a respirar mejor en caso de ansiedad, detectar estos momentos y descubrir una nueva disciplina.
--¿Diría que su proyección mediática empezó cuando impartió esas clases de yoga en televisión?
--Para mí fue un gran reto, porque la gente suele venir a pedirme que les dé clases de yoga; yo no voy a ellos. Pero en OT, llegué de repente frente a un grupo de 20 jóvenes que no les interesaba el yoga y que solamente querían cantar. Ese fue el verdadero reto: convencerlos. Mi misión era hacer llegar el yoga al máximo número de personas posible de manera amigable, fácil y accesible. Y lo conseguí. Nos reímos mucho, porque hicimos clases dinámicas, masajes, nos pintamos los chakras encima del cuerpo, hicimos acroyoga en pareja…
--Entonces, ¿considera que todo el mundo debería practicar o, al menos, conocer los beneficios del yoga y la meditación?
--Es recomendable. Si hiciéramos yoga desde pequeños, luego sería mucho más natural entender qué es el estrés y cómo lidiar con él. De hecho, lo he hablado con profesores de instituto y lo ideal sería empezar las clases con cinco-diez minutos de meditación. Estoy segura de que eso calmaría a los niños, habría menos bullying, más respeto y ellos serían más conscientes de lo que sienten. Si el yoga pudiera llegar a todo el mundo, estaríamos más en armonía.
--¿Cree que también se debería aplicar el yoga y la meditación en el trabajo?
--Sí, de hecho, conozco empresas que antes de empezar las reuniones de equipo respiran conjuntamente para arrancar de una manera tranquila y relajada. Quizás algunos se lo toman a broma, pero cuando ya llevas cinco veces haciéndolo, ya no lo ves de esa manera porque ya has empezado a notar sus beneficios. Así, con el cerebro oxigenado y más calmado, cambias tu actitud al entrar y ves las cosas de otra manera. No hay que buscarle nada esotérico ni religioso; respirar es algo natural y hacerlo de manera consciente tiene un efecto químico en el metabolismo que es beneficioso.
--Y a usted, ¿cómo le apareció el yoga a su vida?
--Me llegó de casualidad y sin buscarlo hace más de 20 años cuando vivía en Nueva York. Alguien me invitó a una clase de yoga y fui, pero me gustó tanto que empezó a ser una práctica regular que hacía cada semana. Al final se convirtió en mi equilibrio: yo trabajaba en un banco de nueve de la mañana a ocho de la noche y el yoga me ayudaba a gestionar el estrés que esas largas jornadas de trabajo me producían.
--¿Qué le hizo dedicarse a ello profesionalmente?
--Sentía que el yoga me ayudaba tanto que quería que la gente lo sintiera también, así que empecé a dar clases a mis compañeros de trabajo en una sala que teníamos. Eso me gustó tanto que tomé la decisión de dejar el trabajo y lanzarme de lleno a la enseñanza. Después, como venía del mundo corporativo y del márketing, empecé a escribir un blog que funcionó muy bien; luego me pasé a las redes sociales y cuando vi que a más gente le gustaban mis clases, decidí pasarme a Youtube. A partir de ahí he ido creciendo hasta llegar a hacer eventos de yoga multitudinarios en Barcelona y Madrid.
--Actualmente se ha convertido en toda una referente en el mundo del yoga en España. ¿Cómo le hace sentir eso?
--Lo oigo mucho, pero no lo veo porque como trabajo desde mi estudio, al final no tengo este contacto con la gente como los artistas que hacen un concierto y ven a 30.000 personas cantando su canción. Lo que sí recibo son muchos mensajes de gente agradecida que me comenta lo bueno que es el yoga en su vida. Gracias al mundo digital me doy cuenta de que mi enseñanza está llegando a mucha gente.
--¿Cuál cree que es su misión en el mundo del yoga?
--Al final, es la satisfacción de hacer un trabajo bien hecho, pero que también forma parte de mi trabajo, que es enseñar el yoga y la meditación. Lo que estoy haciendo es un servicio público en el sentido de que he escogido una profesión que es enseñar, dar y transmitir un conocimiento que no es mío. Entonces, lo tengo que hacer y si llega a más gente, mejor.
--¿Cómo nos ayuda el yoga y la meditación en un contexto de pandemia y conflictos?
--El yoga y la meditación nos ayudan a encontrar nuestro espacio. El problema es que estamos pegados al móvil y recibimos continuamente información. Pero si nos damos espacio y apartamos estos dispositivos por un tiempo para meditar y hacer otras cosas, podremos encontrar un equilibrio. La idea es encontrar un punto medio entre estar informado y formar parte de la sociedad, y pasar tiempo de calidad con uno mismo.
--¿Qué diferencia hay entre la meditación y el yoga?
--La meditación es parte del yoga. La gente piensa que el yoga es solamente hacer posturas, pero si realmente leemos sus escrituras originales, el yoga tiene unos valores filosóficos que van más allá: la relación contigo mismo, con los demás, la respiración, el fluir de la energía, la meditación, la concentración… Realmente es un viaje desde lo exterior hacia el interior y la meditación es uno de sus pilares. Si alguien hace yoga ejecutando posturas sin meditar, solo estaría haciendo gimnasia [ríe]. La gente cree que son dos cosas separadas, pero la meditación está dentro del yoga.
--¿Cree que es una moda pasajera?
--Viendo lo que ha pasado durante los últimos 10 años en España, la gente que practica yoga no ha parado de crecer. De hecho, mi crecimiento en redes sociales y la gente que visita mi blog y mi plataforma es cada vez mayor. Eso quiere decir que la gente realmente lo tiene integrado en su día a día y que no es algo pasajero. No es una moda, pero sí una tendencia orgánica a la alza.
--¿Qué es el yoga para usted?
--Para mí lo es todo porque es una pasión, mi trabajo y también parte de mi vida personal. Es mi filosofía de vida.